¿Será Roland-Garros escenario de batallas tan encarnizadas dentro de las canchas como detrás de escena? A la espera del control, el torneo de Porte d’Auteuil (del 26 de mayo al 9 de junio) podría vivir una edición tensa internamente, según las señales enviadas por la Federación Francesa de Tenis (FFT). Su presidente, Gilles Moretton –elegido en febrero de 2021– aparece cada vez más como el único jefe a bordo de un organismo que actualmente ya no tiene ni director general ni director técnico nacional (DTN), y cuya gobernanza está gravemente cuestionada.
En este contexto, un centenar de “voluntarios anónimos del tenis” decidieron confiar en el Primer Ministro, Gabriel Attal, enviándole una carta abierta el lunes 26 de febrero. La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, que fue directora general de la Federación (de marzo de 2021 a mayo de 2022) antes de entrar en el gobierno, no puede ejercer control sobre la FFT, bajo la autoridad de Matignon.
Temiendo una caza de brujas, estos 104 empleados, ex empleados, dirigentes de clubes, comités departamentales y ligas regionales, pero también ex jugadores, prefirieron no revelar sus identidades: “Todos tenemos mucho miedo de que nos convoquen” dijo uno de ellos.
“Estado de cuasi inmunidad”
En esta carta escrita el 24 de febrero, de la cual El mundo tenía una copia, se alarman “caos social” ambiente, “afectando la salud física y mental de muchos (desde) empleados asalariados « de la FFT. Según ellos, desde que Gilles Moretton asumió la presidencia, su Federación (de más de un millón de licencias) “ya no está controlado internamente, a pesar de la existencia de mecanismos estatutarios” – consejo superior de tenis y comité de ética, en particular.
Observando que el gobierno de Elisabeth Borne y el Ministerio de Deportes no dudaron en » poner orden « En la Federación Francesa de Fútbol o en la Federación Francesa de Rugby llaman a Gabriel Attal: “El caso de la Federación Francesa de Tenis, aunque al menos en gran medida comparable en muchos puntos en términos de duración y hechos, no fue tenido en cuenta en absoluto por su predecesor. (…), escriben. A pesar de las numerosas alertas internas y mediáticas o de los procedimientos en curso, la FFT y su presidente se beneficiarán de un estatus único de cuasi inmunidad y protección..
El buzón del Comité Económico y Social (CSE) del FFT, por su parte, está desbordado. El 18 de enero, sus integrantes recibieron una nueva carta –mencionada por El equipo y también consultado por El mundo – firmado de forma anónima por cien “empleados en apuros”. Un año después de las primeras revelaciones en la prensa sobre un malestar social generalizado, “las injusticias, la falta de reconocimiento, la gente llorando en los pasillos (…), lamentablemente siguen estando vigentes las salidas de elementos competentes y comprometidos en beneficio de compinches con capacidades inciertas», se lamentan. La hemorragia social resulta, según su censo, en “150 salidas de 400 empleados en tres años, algo inaudito”.
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