El gobierno acusado de querer posponer el nuevo método de cálculo de las pensiones.

Terminaron perdiendo la paciencia. Invitados a Matignon, el viernes 15 de marzo, para una nueva reunión sobre las pensiones, los representantes de la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores (FNSEA) abandonaron antes de que terminara el tiempo de debate para mostrar su exasperación. La principal organización de agricultores critica al gobierno por querer posponer una reforma sobre el cálculo de las pensiones. A las críticas se sumaron los parlamentarios del partido Les Républicains (LR).

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El expediente es ahora uno de los temas de preocupación – como el agua, las normas sobre el uso de productos fitosanitarios o la simplificación administrativa – sobre los cuales el ejecutivo es acusado por la profesión de no cumplir con sus compromisos.

Si la FNSEA dice que tiene «bofetada(mi) la puerta « El viernes, es porque tiene la desagradable impresión de ser presionada sobre la aplicación de las disposiciones resultantes de un proyecto de ley adoptado en febrero de 2023. Presentado por Julien Dive, diputado de LR por Aisne, el texto tiene como objetivo determinar, a partir de 2026, la jubilación básica de “empleados no agrícolas” – es decir, los operadores, en su mayor parte – “basado en los veinticinco años de seguro más ventajosos”y ya no durante toda la carrera.

Perdedores potenciales

El objetivo es poner fin a una injusticia introduciendo las mismas normas que para los empleados del sector privado. Para sus partidarios, un mecanismo de este tipo presenta, además, la ventaja de eliminar del cálculo de las pensiones los años en los que los agricultores obtuvieron bajos ingresos, debido, por ejemplo, a una mala cosecha o a la caída del precio de la productos que vendían.

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La “ley de buceo” fue aprobada por unanimidad por la Asamblea Nacional y el Senado, con la bendición de quienes estaban en el poder, lo que pareció demostrar un gran impulso. Pero su aplicación resulta más laboriosa de lo que quisieran sus defensores. Tenía previsto que el Gobierno presentara, antes del inicio del verano de 2023, un informe que detalle las condiciones para su entrada en vigor, con diferentes escenarios en juego.

Este peritaje, realizado en colaboración con la Inspección General de Asuntos Sociales y el Consejo General de Alimentación, Agricultura y Zonas Rurales, fue finalmente transmitido al Parlamento a finales de enero. Estos retrasos constituyeron una primera fuente de molestias.

También se presentó el contenido real del informe. Al presentar un panel de hipótesis, profundizó en tres de ellas, lo que demuestra que la regla de los veinticinco mejores años puede generar perdedores, más o menos numerosos según las opciones elegidas. Los funcionarios electos de derecha (Dive a la cabeza) objetaron que eran posibles otras soluciones, sin causar el menor daño a los agricultores.

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