El partido y los resultados de los últimos partidos del Atlético, que culminaron con la gran final de Liga en Cádiz, provocaron este martes un hecho insólito en las comparaciones de Diego Pablo Simeone con una ciudad tan trascendente como estos miércoles ante el Inter de Milán (9 :00 horas, Movistar LC). Por primera vez, el técnico argentino no se sintió legítimo al pedir a su empresario que invitara al metropolitano a una caldera que favoreció la subida del precio de venta de la estancia del Inter en San Siro. “No puedo decir nada en estos momentos de amor. Callar y aceptar lo que queramos hacer”, afirmó el técnico. En parte, esta dimisión arrepentida ha tenido soporte porque Simeone sabe que el coliseo rojo será hervidero esta noche. Por otro lado, el incendiario negativo refleja la profunda decepción que envuelve al técnico por el bajo rendimiento que se coloca en el equipo.
La decisión no se tomará en el área metropolitana de propiedad del autobús del equipo. La energía que se ha desplegado en el partido no será el problema. La preocupación de Simeone es central por el juego que su equipo es capaz de desarrollar. Si el técnico no buscó implicarse en la generación de un ambiente volcánico, optó por la figura de Antoine Griezmann, su futbolista fetiche. No se puede jugar en el plantel porque el técnico argentino tiene más entrega.
El delantero francés reaparece en las últimas tres semanas de bajo a quien relegó el esguince de su deber ocurrido en el partido de la ida. «La aportación de Griezmann con más soluciones y más posibilidades a nivel táctico, como también en el juego. Esperamos que se haga el partido que quiere», declaró el Cholo. Por sus palabras, el técnico espera una acción sobre el galo. Espero que allí esté el alma de un equipo alicaído y también el futbolista que ponga más en juego el sólido sistema defensivo del Inter.
Griezmann se presenta ante la ciudad como un elemento fundamental para que el Atlético recupere brillo y desequilibrio en el juego de ataque. Griezmann pasará esta noche en el Metropolitano sin minutos de rodaje. Su inclusión en una parte de tantos requisitos estará en el capítulo. Su primer compromiso con el grupo fue el pasado viernes. Los servicios médicos son extremadamente cuidadosos y cuidadosos para que la ciudad resulte lesionada en la articulación dañada. Simeone puede incluirle en la lista del partido del Cádiz, pero no ha optado por llegar. Tenía previsto jugar el partido de vuelta de las semifinales de la Copa América ante el Athletic, pero se me había caído el dorso del balón.
Si bien la figura del francés generó un atisbo de optimismo en el propio vestuario, es decir que sus actuaciones antes de la lesión no fueron brillantes. Tampoco se compatible muestra esos sobreesfuerzos que tanto aplauden a su emprendedor. Esto me permitió reconocer que su delantero futbolista se estaba dosificando al ser cuestionado por el estado físico del galo. Tras el partido de Copa, el Atlético eliminó al Real Madrid con un Griezmann menor, menos participativo en ataque y poco resolutivo. Su mala fiesta en San Siro confirmó esta versión revisada. “Grizzi le da al equipo mucha fuerza. Cuando se trata de una lista para jugar o no, es diferente. Esto es muy importante para nosotros”, afirmó Axel Witsel, el único jugador del plantel que en los últimos partidos tuvo un desempeño satisfactorio. Marcó el sentimiento de desesperación que creó el entusiasmo de Griezmann y también reflejó el aura que le obligó a volver y liderar para que el equipo pudiera llegar a cuartos de final.
Siempre prolive a armar un discurso en torno al colectivo, nunca una individualidad parece haber peado tanto en el descenso de un partido del Atlético de Simeone. Desde hace una semana, ante los ingresos pagados, el análisis del técnico rojizo establece una preponderancia de la necesidad de mejorar el rendimiento individual de sus futbolistas. Les traspiés es achacados por el cuerpo técnico a fallos individuales que debilitan o echan por tierra el trabajo colectivo.
En este escenario, Griezmann se rebela mientras dure la competición con el Inter como Salvador y el remedio que acaba con todos los hombres que se desataron en el Atlético en la final de Copa y la lucha por el título de Liga. «Es un partido que quiere una alta concentración», dijo Simeone. El mensaje refleja su frustración por la multitud de errores individuales, por todo lo que se hizo en defensa, que convertían al Atlético en un equipo vulnerable. “En los últimos días el equipo no mantiene el nivel y el fútbol no pierde. Cuando eres equívoco, Pierdes. Esperamos que vayamos creciendo”, añadió Simeone. El técnico, al igual que el vestuario, acude a Griezmann que acaba de crear un equipo que no se reconoce capaz de corresponder con una hinchada entregada. Ni siquiera Simeone se agita.
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