Kering ha pasado por un mal momento. Admito tener a su presidente, François-Henri Pinault. El imperio francés del lujo, uno de los grupos más importantes del sector, ha lanzado una advertencia de ganancias El mercado alerta de una evolución de las ventas en el primer trimestre del año, un 10% inferior a lo previsto hace un mes. Mala racha no es nueva y hay que estar escuchando todos los malos resultados en la región asiática de su marca Gucci, principalmente en China. Además de la compañía italiana, que más pesa en su catálogo, la compañía controla otras casas como Yves Saint Laurent, Bottega Veneta o Balenciaga.
El mal momento de la compañía ha pasado con la factura en el bolso. El pasado 20 de marzo, un día después de que el imperio del lujo alertara de enfermedades en cifras trimestrales, sus acciones cayeron hasta el 12% durante la sesión. Un día oscuro, que supone una de las sesiones de sus pares de su historia, con una pérdida de más de 6.000 millones de euros en capitalización bursátil. Kering es uno de los principales impulsores del CAC 40, el principal índice de la bolsa francesa junto con L’Oréal, LVMH y Hermès. En los últimos 12 meses, las acciones han alcanzado el 35% de su valor.
Los ingresos del grupo durante el primer trimestre de 2024 se publicaron el 23 de abril, después de un año difícil para Pinault, presidente de Kering desde 2005. Después de que la factura de la compañía alcanzara los 19.566 millones de euros en 2023, alcanzó los 19.566 millones de euros en 2023, un 4%. (2% en términos comparables) respecto a 2022, mientras que fueron unos ingresos de 20.351 millones de euros. El beneficio del último ejercicio, por su parte, disminuyó un 17% y se situó en 2.980 millones de euros.
Las cifras muestran claramente las dificultades que encuentra la compañía francesa en el mercado chino, uno de sus principales motores de crecimiento y la recuperación económica hasta el final de la draconiana media cero covid no ha quedado para todos. El gigante asiático busca reactivar una economía sostenible en medio de un mercado inmobiliario deprimido, una demanda interna débil y un elevado gasto juvenil. Los acontecimientos estuvieron marcados por una desaceleración en las compras de productos chinos que se vio afectada de manera duradera por Gucci, que representa una mayor parte de las ventas de Kering y más de dos tercios de sus ganancias. La región asiática (Japón) representa el 39% de la producción de la marca italiana. Para el grupo Kering, la cuota de ingresos asciende al 35%.
Mensaje tranquilizador
La situación es preocupante. En 2023, la facturación de Gucci alcanzó el 6% respecto al año anterior (el 2% en términos comparables), o 9.873 millones de euros. Y para el primer trimestre de 2024, el grupo de lujo predijo que las ventas de la casa florentina fundada en 1921 serían un 20% inferiores a las del año pasado en términos comparables. La empresa, sin embargo, pidió enviar un mensaje tranquilizador: «La nueva colección tuvo un acuerdo muy favorable».
Kering lleva varios meses reorganizándose en torno a su marca. “La prioridad es apostar por Gucci”, pero “esto no sucederá de la noche a la mañana”, admitió Pinault durante la presentación de los resultados anuales. Los cambios ya han comenzado. En julio de 2023, el multimillonario nombró a su mano derecha, Jean-François Paulus, nuevo presidente de la empresa italiana. El grupo de lujo francés también ha decidido separarse de su emblemático creador artístico, Alessandro Michele, y sustituirlo por Sabato de Sarno.
Su primera colección, Ancora, apareció durante la Semana de la Moda de Milán en septiembre, cambiando el ron de la marca y deteniéndose en bases nuevas y más clásicas. En marzo, fue cuando esta nueva línea permitió a las principales ciudades de China agasajar a los consumidores con la realización de jornadas comerciales y eventos con personas influyentes local.
En los próximos meses habrá que decidir si las directrices de Kering han sido certificadas con el impulso. “El mercado no sabe si los chinos gustarán el lujo silencioso (lujo tranquilo, en inglés) de Sabato De Sarno”, indicaron los analistas de Bernstein en una nota recientemente distribuida a sus clientes. «Las malas noticias de Kering son específicas de cada empresa, pero también son un buen historial de confianza del consumidor y despilfarro discrecional en China», añadió. Por su parte, la consultora Bain & Company anunció que «tras una respuesta generalizada el año pasado, espera que el mercado de lujo chino alcance un ritmo de medio dígito en 2024».
Apostar por la gallina de los huevos de oro tiene sus riesgos. A lo largo de los años, la sociedad francesa ha reducido –incluso al mínimo– su guccidependencia. Pero sus otras marcas no le han devuelto estos espacios con la fuerza necesaria para compensar el más mínimo carry de la compañía italiana. La segunda marca del grupo, Yves Saint Laurent, que representa alrededor del 16% de la facturación de Kering, vio crecer su contribución hasta el 4% el año pasado. Los ingredientes de la tercera categoría más grande, Bottega Veneta, se reducen al 5%. La categoría “otras casas”, que incluye, entre otras, la marca española Balenciaga, marcada por una controvertida campaña de marketing, se registró tras una caída de ingresos del 9% durante el año. La única filial del grupo que ha obtenido buenos resultados para Kering Eyewear, con un aumento récord de ingresos del 38%.
Además de los cambios en Gucci, Kering creó una división de belleza que buscaba expandirse en los próximos años, y este primer paso con la adquisición del fabricante de perfumes de alta gama Creed en junio de 2023. El pasado también anunció la compra de un 30 % de participación en la famosa marca de moda Valentino, por 1.700 millones de euros, del fondo Mayhoola. El objetivo es ser invitado a las diferentes casas del conglomerado. El impacto de esta estrategia de inversión, según reconoció el presidente del grupo, pesará sobre los resultados a corto plazo.
Sigue toda la información de Economía Sí Negociaciones fr. Facebook Sí Xo en nuestro boletín semanal