El establecimiento del caso Koldo, realizado por el cobro de comisiones para la adquisición por cuenta de las administraciones públicas de mascarillas dudosa calidad Durante la pandemia, el PSOE participó en el proceso de solicitud de la petición a José Luís Ábalos, exministro del Movimiento (antes Transportes, Movilidad y Urbana) y exsecretario de organización del partido, el renuncia a su acta de duputado En número de la responsabilidad política de muchos de Koldo García, un veterano activista socialista y presunto jefe de la trama, como asesor en el ministerio, puesto desde el que supuestamente habría urdido el trapicheo.
Ábalos, sin embargo, invocando a su honorabilidad se ha negado a renunciar a su escaño alegando que ello implicaría reconocer una culpa cuando él ni siquiera está investigadoen este momento, una decisión que fue planteada por el PSOE, de suspender el cautelarmente de militancia y expulsar al grupo socialista parlamentario, una acción que por decisión unánime que no respondía a las normas internas del partido.
Estas, como es preceptivo, sigue la Ley de Partidos Políticos que dicta que los estatutos de los partidos deben decretar la suspensión automática de la afiliación de los afiliados involucrados en un proceso penal respecto de aquellos a quienes les haya dictado automáticamente la apertura del jugo oral. para uno delitos relacionados con la corrupción. Además, la mayoría de los partidos, en la lucha contra la corrupción y las privaciones políticas que ésta ha generado, de los últimos años no han sido incorporados a sus Códigos acervos por mediocres de los que han sido procesados por establecer la marca de valores y conductores indeseables de los miembros de la organización. Lo sorprendente es que ni en los estatutos ni en el Código de Ética y Conducta del PSOE se admite que el objeto de elevar nuestros estándares éticos con exigencia y ejemplo sea una única referencia a la ‘responsabilidad política’. Pero no es único.
De ello se deduce que se trata de un concepto político altamente indeterminado, volátil y arbitrario al que se le puede dotar de contenido en la carta y que sólo se invoca con conveniencia. En el caso de Ábalos, forzando su reducción por su condición de jefe de Koildo, ha pretendido contener la contagio de la sombra de sospecha junto con el PSOE y el gobierno. A pesar de la contradicción, no puede ser el alcalde. Si la idea de responsabilidad política ne cuentra amparo en las normas internas y no tiene que ver con la penal sino que la precedente y la déborda se basaron en la idea de jerarquía cabe preguntarse por que qué no debería extenderse al resto de superiores jerárquicos del partido y del gobierno. Esto, sin embargo, es un sintiendo que hay una sospecha de inocencia Hay honorabilidad y es difícil cumplir con el Estado de Derecho. Por lo tanto, al fin y al cabo, si se cumplen estos estándares no garantiza que las conductas individuales o colectivas se ajusten a los parámetros éticos.