Al final del episodio final, este Masters de Miami se tradujo en una cuestión de tiempo. Más concentrado en uno, más prolongado en el otro. Descubierto por Carlos Alcaraz del Pelée, el cartel define definitivamente los nombres de Jannik Sinner y Grigor Dimitrov, dos tenistas en estado de gracia. Poca novedad, en el caso del primero; Una notificación fantástica en el segundo momento. Hasta hace no mucho, pocos hubieran apostado por el Renacimiento del Búlgaro, si bien en cierto modo daba por amortizado, tuvo en cuenta que ya ha superado la treintena y que su mayor momento se remonta a sus años pasados, cuando conquistó la Copa de Maestros en Londres. Hoy, de la Vuelta, deseará este domingo (21.00 horas, Movistar) al italiano, que contará todos los partidos de este año para las victorias, a excepción del zarpazo de Dios Alcaraz durante las semifinales de Pozos indios.
En ese momento, Sinner se convirtió en el más consistente y poderoso. Campeonato de Australia y de Rotterdam, y montando un impresionante Racha de 21 victorias en 22 partidos, ante Daniil Medvedev, que perdió en 1h 09m: 6-1 y 6-2. El ruso, irreconciliable por la fragilidad de su juego y su anestesiado orgullo, no pudo hacerlo de inmediato y ya se marchó, registrando el dolor del fin de año en Melbourne, mientras pelaba el levantamiento de dos sets en la gran final. . Vendí tarde con 22 errores no cometidos y solo tuve movimientos ganadores, mientras que el otro lado no avanzaba hacia el acelerador de la verdad. El San Candido neutralizó los tres veloces de rotación contra el eje del defensor, y la inercia le llevó a consolidar una diana con 17 ganadores y sólo tres errores.
De esta forma, Sinner jugará su tercera final en Miami -entre 2021 y 2023- y aspira a celebrar su segundo Masters 1000, al final del curso pasado en Montreal. “Estoy sorprendido conmigo mismo”, confiesa. «Pero me concentro en el día, porque ahora los rivales me conocen mejor y quieren ganar, mientras que yo tengo que estar preparado», continúa el italiano, que también tiene la oportunidad de darse de baja de Alcaraz en la segunda ronda de la ATP. ; venir a la conseguiría, a hacerlo mejor clasificación de su carrera. En cualquier momento, el rival tenderá a volver a la dinámica de los últimos años y volver a infiltrarse entre las mayores fuerzas del circuito, con confianza dispar. A partir de ese momento, el trío contra Zverev (6-4, 6-7(4) y 6-4, en 2h 37m) concedió a Dimitrov el lugar de la novena.
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