Mireia es una clínica psicológica desde hace 20 años y atiende entre 15 y 20 pacientes cada semana. En los últimos meses se ha detectado algo que le inquieta: el número de motivos de consulta vinculados a las solicitudes de la ciudad. Recuerda, por ejemplo, que un paciente tiene problemas que dependen de su activación o de la aplicación. Y personas que experimentan síntomas de sufrimiento vinculados a la incertidumbre o aflicción producida por el rechazo y el abandono.
Sin embargo, el uso de estas aplicaciones aumenta exponencialmente de un día para otro: ¿qué es eso? ¿Por qué es esto más importante para el crecimiento de esta nueva forma de relaciones que el bienestar emocional?
Para desafiar esto, primero hay que conocer los factores que deben ser consultados por usuarios y especialistas.
¿Qué efectos tiene la “cerilla” en el cerebro?
Hace un año hay mucha adicción a alimentos como el cannabis. Entonces descubrí la avalancha científica sobre los efectos de encender las pantallas y ahora, quizás, han recurrido a aplicaciones para encontrar lo mismo.
El comedero de estos aplicaciones Es de destacar que el estudio de sus efectos psicofisiológicos no avanza al mismo ritmo. Desde la creación del primero –Grindr, en 2009–, han habido muchas otras cosas con diferentes opciones y un objetivo común: conectar personajes con un fin emocional y sexual.
Poco después de que apareciera el fenómeno, el profesor Elias Aboujaoude, de la Universidad de Stanford, confirmó que este tipo de herramienta podría ser adictiva y que ofrecería a los usuarios una Subidón similar a un medicamento. Esto pasa a recibir un como (me gusta) oh no fósforoque es cuando dos personas están en una como mutuamente.
Los efectos psicológicos sobre la autoevaluación, el concepto de ser humano o la identidad social a través de una fósforo resultados obvios. Sin embargo, no se ha estudiado el impacto en el cerebro, o al menos no existe un modelo teórico claro. Así es, se trata del sistema de recompensa y de la liberación de dopamina y otras sustancias hormonales.
Este sistema es el área del cerebro vinculada con la sensación de bienestar y la responsabilidad de repetir una conducta al margen de uno mismo o sin correspondencia. Además, se ha demostrado que solo se activa una vez que se genera la placenta, pero también antes del período esperado en el que aparecerá el estímulo de la placenta en algún momento. Esto ocurre más intensamente con todo lo que está vinculado al amor o a la búsqueda de la pareja romántica, por la implicación que tiene en la supervivencia.
¿Por qué existe la adicción al “match”?
Esta es una pregunta difícil de responder porque los datos objetivos sobre la cantidad de partidos y su relación con otras variables sociodemográficas y clínicas, y en ninguna de estas aplicaciones se hace pública esta información.
Por ejemplo, en Tinder sólo registró 70.000 millones de dólares. partidos desde su creación. De hecho, la propia solicitud Tiene una opción para que los usuarios carguen sus estadísticas.
Sin embargo, es seguro que la frecuencia es tal que una persona lo hace. fósforo Es relativo y descubrimos los factores involucrados, como quién es el propietario de los usuarios en el foro. Lo que no se engaña es que estamos ante una revolución mundial girando en busca de pareja.
En 2019, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) constató, por ejemplo, que uno de cada español utilizaba apps habituales de la ciudad, y que uno de cada tres de esos usuarios era adicto. Información más reciente, de 2024, arroja cifras similares: más de cuatro millones de personas utilizan cada una estas herramientas digitales en este país.
Teniendo en cuenta los datos, tiene sentido pensar en una posible dependencia de fósforo, pero también si influye directamente en el sistema de recompensa cerebral. Además, se ha demostrado que desinstalar este tipo de aplicaciones puede generar en la persona un síndrome de abstinencia con una síntesis similar a la “desactivación” de una sustancia concreta como la cocaína, por ejemplo.
¿Por qué a los efectos se les dio un “imbatible”?
el no corresponde es la solicitud explícita de un perfil después de obtener un fósforo anteriormente y, además, inicié un historial de conversaciones. Aquí es donde se conocerán por WhatsApp u otros medios digitales como fantasma. Incluso en este caso, hay un nivel por excelencia, porque el no corresponde eliminar sin ningún tipo de aviso tanto en el perfil como en las conversaciones con la persona que envías. Es como si la película aún no existiera.
Algunos estudios han demostrado que se asocian con un estado de engaño, tristeza y desesperación respecto a la autoestima y la imagen. La persona buscada puede leer pensamientos intrusivos relacionados con el castigo y la culpa como: «normal that no interest if no valgo para rien» o «¿qué hago mal para que me pasen todas estas cosas?».
Diversas investigaciones neurobiológicas sobre la búsqueda y el abandono han encontrado una respuesta en el circuito cerebral sádico, caracterizado por un descenso de la actividad cortical y la implicación de otros correlatos del sistema nervioso autónomo.
Una posible explicación se refiere a la situación afectiva o actividad sexual en áreas cerebrales específicas del área ventrolateral de la corteza prefrontal y de la isla, vinculada a las experiencias de recaída registradas en los primeros años.
Otro posible escenario no tiene respuesta, ni fósforo ni no corresponde. Aquí la protagonista es la anticipación que genera la sombra incierta. Varios autores se identifican como los más incapacitantes porque no tienen un límite máximo y dependen mucho de la exposición al estímulo.
La adicción al “match” también está a la venta
En el proceso de esta adicción tienen un papel importante las expectativas, la experiencia adquirida, el nivel de autovaloración y ciertos rasgos de personalidad. Establecer límites de tiempo para usar la aplicación puede ayudarle a evitar la conducción obligatoria. También se recomienda reducir las expectativas sobre las citas que surgen de nuestros contactos, generar conversaciones auténticas y significativas, así como charlar con amigos de confianza sobre experiencias con la aplicación.
Sin duda, la forma de relaciones se ha modificado y nuestro sistema nervioso se ha adaptado. Es en este punto que si las estrategias previas evitan que la salud mental se vea afectada, la ayuda psicológica puede ser la decisión que nos acerque a una salva de adicción a fósforo.
María J. García-Rubio es profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia – Codirectora de la Cátedra VIU-NED de Neurociencia global y cambio social – Miembro del Grupo de Investigación Psicología y Calidad de vida (PsiCal), Universidad Internacional de Valencia
Este artículo fue publicado originalmente en La conversación.
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