Así fue la gran batalla publicitaria que se produjo en los Juegos Olímpicos | Negociaciones

El pasado 26 de julio la filial inauguró oficialmente los Juegos Olímpicos París 2024, una competición histórica que reúne a más de 10.000 atletas de más de 200 países cuyo principal objetivo es tener un oro en casa. Además, los deportistas de élite también trabajan como personas influyentes, participando en campañas publicitarias y patrocinios. Los torneos internacionales de gran escala, al igual que los juegos, se presentan como una salida de escape para las marcas. Relucir sus productos o su logotipo para que aparezca en el famoso símbolo de los cinco años es una oportunidad para impulsar su negocio e intentar situarse en el podio de las grandes empresas.

Pero no todas las marcas gozan de las mismas oportunidades. El hueso patrocinadores que patrocina directamente a deportistas olímpicos, como Samsung, Toyota o Coca-Cola, tiene más privilegios que aquellos que sólo promocionan a deportistas o selecciones nacionales, como Nike, Adidas o Puma. Estos se aplican a una serie de restricciones. Según la Carta Olímpica, el reglamento que reconoce las normas y obligaciones que deben cumplir los participantes durante la competición, sólo puede dar publicidad general, sin mencionar ningún elemento que esté vinculado al evento. Por tanto, está prohibido realizar campañas de marketing que incluyan símbolos de la competición, como los anillos, el hombre o el estandarte olímpico, desde los nuevos días anteriores a la inauguración de los juegos hasta tres días después de su cláusula. El asimismo, además, puede promocionar eventos o productos que estén relacionados con la temática de los Juegos Olímpicos.

Debido a que las marcas que no patrullan el evento están condicionadas a estos límites, no deben intentar influir en los atletas con mayor cobertura mediática. Estas empresas pueden tener problemas porque los deportistas están trabajando por sus otros contratos personales, con su club y con la selección nacional. Es habitual que, en estos casos, se produzcan enfrentamientos entre los patrocinadores que promociona, por un lado, al equipo, y por otro, a la selección, cuando sus competidores. Este es el ejemplo del FC Barcelona. Todos los equipos integrados en la entidad blaugrana tienen contrato con Nike. Sin embargo, al vestir la camiseta de la selección española, los jugadores del Barça representan otras marcas, como Adidas.

En caso de choque, la selección nacional tiene prioridad sobre los clubes deportivos. Si la selección española es de Adidas, los jugadores deberán ver la camiseta con el logo de sus tres rayos. No es difícil decir que los jugadores no pueden promocionar los productos de otros Patrocinadores. Para evitar que la sangre fluya hacia el río, patrocinadores “Negociar minuciosamente para llegar a términos que beneficien a todas las partes interesadas”, afirma José Lasa, abogado experto en derecho deportivo y social de Laffer Abogados.

Por ejemplo, el instrumento oficial de los deportistas en la competición está representado por la marca que pertenece a las selecciones nacionales. Sin embargo, los deportistas ya tienen la opción de negociar con otras empresas para contratar el material especializado necesario para la competición, como el jugador, las raquetas o los palos de golf, como Marta Máñez, la empresa de Cuatrecasas especializada en derecho deportivo y entrenamiento. En el caso de Swarovski, que aprobó el marco de los Juegos Olímpicos, confirmó un contrato con el equipo universitario de gimnasia artística, en el que participa la reina Simone Biles, para que los deportistas lo vistan. camisa nuestros famosos cristales brillantes.

La relación con el club.

Además, los deportistas adoran su material deportivo y las marcas también tienen información sobre ellos para los anunciantes. Es importante señalar que los deportistas deben ceder parte de sus derechos de explotación de su imagen personal a favor del patrón oficial de su club y que pueden prohibir a su estrella participar en campañas para promocionar productos de habilidad.

Las vistas del club, sin obstáculos, se dan a las competiciones internacionales. En estos casos, los deportistas negocian sus derechos de imagen directamente con la selección. Los contratos que se han firmado con nuestros respectivos clubes han sido suspendidos temporalmente hasta que se acaben los jugadores, al igual que los jugadores olímpicos.

Aunque los clubes no pueden impedir que sus deportistas participen en las campañas de selección, sí pueden hacerlo. Al igual que en el manga, es imposible que las selecciones nacionales introduzcan anuncios con la imagen de un jugador en solitario. Para evitar que la marca del club se vea perjudicada por una convocatoria en solitario de alguna de sus estrellas, y salvo que el deportista tenga un contrato específico, debe saber que la selección «sóla puede hacer campañas grupales con los jugadores del plantel», explica Lasa.

Los deportistas pueden salir de los Juegos Olímpicos sin medalla, pero gracias a los Patrocinios consiguen interesantes entradas. Como novedad en los juegos de París, el reglamento permite a los deportistas enviar mensajes de superación a sus patrocinadores, a través de un vídeo con un mensaje en nuestras redes sociales, por ejemplo. Eso siempre que cumplan determinados requisitos. Los deportistas “no pueden hacer declaraciones sobre lo que se dice, gracias al uso del producto o servicio de la marca su rendimiento en la competición ha aumentado”, afirmó Marta Máñez. Además, también podrás hacer recomendaciones personales para tu consumo, además de las de expertos. Al final, como ocurrirá con personas influyentes, debes saber que las colaboraciones son remuneradas. De lo contrario, los Juegos Olímpicos españoles pueden competir repetidamente por hasta un millón y medio de euros, según la nueva ley de comunicación audiovisual.

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