El programa pretende ser exhaustivo con 48 propuestas. Pero su tono serio es unilateral. El lunes 6 de mayo, el equipo de campaña de Valérie Hayer presentó su programa para las elecciones europeas del 9 de junio. Frente a una decena de sus compañeros de fórmula, el jefe de la lista de la mayoría presidencial estuvo en sintonía con el discurso pronunciado en la Sorbona por el presidente de la República, Emmanuel Macron, el 25 de abril. “Hoy debemos tener claro que nuestra Europa es mortal y puede morir”. declaró en particular el jefe de Estado. Diez días después, aquí está su variación programática “para que Europa no muera”, según Valérie Hayer.
Propuesta emblemática del campo de Macron: la creación de un fondo de apoyo a las industrias de defensa europeas, en el contexto de la invasión rusa de Ucrania y de una hipotética retirada militar de Estados Unidos en caso de victoria de Donald Trump, durante las elecciones presidenciales del próximo noviembre. .
La ambición es recaudar 100 mil millones de euros mediante un préstamo, a través del Banco Europeo de Inversiones. A “Preferencia europea” se consagrará en el Derecho comunitario de modo que los pedidos de armas se realicen a los fabricantes continentales. El objetivo es lograr » autonomía » aquí “nos permite disuadir a los agresores de atacar a la Unión Europea”, «, resumió la eurodiputada (Horizontes) y portavoz de la campaña, Nathalie Loiseau, también referente en cuestiones de defensa. En última instancia, el presupuesto militar de cada Estado debe incrementarse al 2% de su producto interno bruto para 2025 y al 3% para 2030.
Pero la amenaza que pesa sobre la Unión Europea (UE) no es sólo militar. También es económico, con “socios que sólo conocen el equilibrio de poder” Y “poderes que quieren dividirnos y fragmentarnos”, apoyó a la eurodiputada saliente (MoDem) Marie-Pierre Vedrenne, portavoz de campaña y especialista en acuerdos de libre comercio. Para remediar esto, en el Parlamento Europeo, el grupo Renew –en el que se reúnen los representantes electos de la mayoría– propone crear “un escudo comercial europeo”, cuyo brazo armado sería un “Frontex de Salud” – en referencia a la agencia de guardia de fronteras y costas de la UE –, responsable de garantizar el cumplimiento de las “cláusulas espejo” ambientales y de salud por parte de los socios comerciales de los Veintisiete.
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