El Gobierno reaccionó inmediatamente al anuncio del BBVA de lanzar una operación hostil contra el Banco Sabadell y lo escuchó de urgencia. Fuentes oficiales del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa deploran la operación “tanto en la forma como en el fondo” y anuncian una serie de graves consecuencias para el sistema financiero español. De ahí que se apuntan a que “introduzca efectos potencialmente nocivos”. En público y en declaraciones a este diario, el ministro Carlos Cuerpo ya declaró que sostendrá “la última discusión” y la “decisión final”.
Desde el ejecutivo de coalición del PSOE y Sumar tienen concretamente tres efectos distintos. El primero, un incremento en el nivel de concentración “que podría tener un impacto negativo en el empleo y la prestación de servicios financieros”. En segundo lugar, “introducir un riesgo potencial adicional para la estabilidad financiera”, y recordar la preocupación expresada también respecto al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Y, en tercer lugar, la economía tiene como tema el impacto de una fusión de este calado en la «cohesión territorial a través de la presencia de estas entidades financieras en el territorio».
En definitiva, y como se había convertido en asesor público del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en el papel que tendía a jugar a las autoridades competentes, ahora recuerda que el deber del Gobierno «es revelador de mantener un sistema financiero sólido, que contribuya al crecimiento de nuestra economía y a la agenda de inclusión financiera y protección al cliente”.
Durante una entrevista en el Canal 24 Horas de RTVE, el ministro Cuerpo recogió toda su preocupación en una sola frase y destacó que «el Gobierno tiene la última palabra a la hora de autorizar» la operación, pero no detalló los mecanismos. que está disponible para usted. El organismo justificó la situación actual del Gobierno con respecto a declaraciones anteriores sobre la fusión (que se limitan a respetar las decisiones de las empresas) en la forma en que presentó la ópalo presentación de hoy.
Junto a la postura de Economía, también reaccionó en unos minutos la vicepresidenta secundaria y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, aunque fue criticada en estos últimos días con mucho tiempo por una posible integración. “Esta acción hostil del BBVA es una operación contraria a los intereses de nuestro país. Destruir muchos puestos de trabajo, provocar exclusión financiera y más oligopolio. Supone liquidar al Sabadell en beneficio solo de los fondos de inversión extranjeros que son propietarios del BBVA”, publicó en X (antigua Twitter).
Una hora después, Díaz afirmó que el instrumento que podría utilizar por parte del ejecutivo es la Ley de Ordenación y Supervisión Bancaria, porque en su disposición adicional decimosegunda, «dispone justamente que es el Gobierno de España el que tiene que todo todo este tipo de operaciones”.
En las fuentes internas de Sumar abundan «efectos muy perniciosos» sobre la economía que tenderán a la explotación «si se puede remediar» porque «va a perjudicar y gran parte del empleo y la economía de la familia generando más oligopolio y exclusión financiera». La formación dirigida por Díaz conoció que esta misma semana había sido dispuesta por la Comisión Nacional de Mercados y Capacidades para estar atenta a la operación «porque es competente para fijar los límites a esta operación como supervisor de este país». «No podemos dejar la alfombra bajo los pies de los mercados financieros y de los inversores extranjeros en nuestros intereses estratégicos», subrayan, antes de concluir que «España tiende a tener una mayor concentración bancaria que la UE y esto podría ser vulnerable a los estándares de un mercado competitivo». .
El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, también se mostró «hipcrítico» ante la postura del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien afirmó que las empresas «son libres de actuar, participar y hacer ofertas o no», por lo que aseguró que las decisiones fueron respetadas, “de una y ambas partes y aussi de los accionistas”. En respuesta, Errejón afirmó que «fue menos hipócrita porque cuando el Estado había insistido en interferir en el rescate, para salvar a las entidades con dinero público, lo tenían parecido perfecto».
El Gobierno catalán también pretende atacar directamente la absorción de Banque Sabadell por parte del BBVA al considerar que apoya su desaparición. La asesora económica, Natàlia Mas, envió este joven una carta a la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de la competencia Margrethe Vestager, para solicitar el análisis de la transacción y la negativa. Al mismo tiempo pudo contactar con el presidente de la CNMC, Cani Fernández. El argumento de la Generalitat es el “exceso de concentración” de la banca en Cataluña. El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, también se posiciona en contra de la oferta lanzada por BBVA. Destruir valor, destruir trabajo, destruir territorio, destruir competencias y es una operación contra la provincia de Alicante, la Comunidad Valenciana y el consumidor”, afirmó.
Ante la evidente postura contra el Gobierno, el Partido Popular se limitó a declarar que la Administración “conocía la hipotética fusión y que no había sido censurada hasta el final de la campaña en Cataluña. Al final, no es posible que esto sea el arrepentimiento del ejecutivo”.
Por su parte, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, explicó que la entidad autorizó la operación de compra basándose en el principio de solvencia y prudencia, ya que debe garantizar la estabilidad del sistema financiero. «Somos absolutamente prudentes, en ese momento no sabemos si la operación va a cristalizar, depende de los accionistas», dijo Guindos antes de incitar al análisis que llevaría a cabo la mayor autoridad monetaria pesando sobre la solvencia de la hipoteca. entidad.
El BBVA lanzó esta primera hora una vez más ante la hostilidad del Banco Sabadell. Son las mismas condiciones que se fijaron la semana pasada y que fueron aceptadas por la entidad opada el pasado lunes: un título de BBVA por cada 4,83 acciones de Sabadell. Debido a los precios de la piedra en la Bolsa de Metales, la operación le costó a la entidad catalana un importe de 11.600 millones de euros, lo que le supuso una prima del 18% sobre el precio final (y que le costaba un 30% sobre los precios antes de los rumores de fusión). ) y que los accionistas de Sabadell se hagan con el 16% del BBVA.
Como asesor del Gobierno lo hizo en los últimos días la mayoría de los partidos políticos –con los separatistas catalanes a la cabeza– una fusión entre BBVA y Sabadell adquirieron más competencia en el mercado bancario español. . La entidad resultante tiene tarjeta bancaria con tres grandes entidades (Santander, CaixaBank y la nueva entidad fusionada) a gran distancia de un puñado de entidades intermedias. Estas tres grandes entidades se reparten el 71,6% del mercado crediticio y el 73% de los depósitos. En total, más de tres partes de la tarjeta bancaria, según los cálculos de Cinco Días en base a los resultados de 2023 de las entidades y estados financieros de la Asociación de Banca Española (AEB).
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