El Gobierno porteño busca “ordenar” la marcha universitaria de este martes y limitar las cortes de calles

En medio del discurso Javier Milei contra las universidades públicas, con críticas de las autoridades, denuncias de audiencias y denuncias de supuesto adoctrinamiento, Patricia Bullrich advirtió que en la marcha de estos martes se aplicará la protocolo anti-pico Para impedir las calles, la ciudad también inicia conversaciones con los organizadores de la protesta para “ordenar” la movilización. Los funcionarios porteños admiten que Dependerá de la convocatoria.que se presume es enorme.

Diego Kravetz, secretario de seguridad y jefe de policía de la ciudad, se reúne con Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA. La concentración será en la Plaza de Mayo, pero la discusión pasa por si habrá marchea, o variasy los diferentes puntos de inicio, desde la Plaza Houssay, frente a Economía y medicinay otras facultades como Derecho y Social.

La idea de alianzas será primero la del Congreso y luego seguirá por la Avenida de Mayo hasta la Casa Rosada. Los funcionarios del gobierno buscarán evitarlo, porque de esta manera quedarían las calles y avenidas de toda esta zona son de noche, y la movilización tenderá a cruzar la 9 de Julio. Los organizadores tendrán autorización de la ciudad. Waldo Wolff, ministro de Seguridad, aseguró que este mes brindará detalles de la respuesta.

«Vamos a dejar claro qué es lo que puede ser y qué no, para incidir en la mínima circulación posible. Nos aseguraremos de hacerlo al mismo tiempo que en estos cinco meses. Está prohibido cortar la calle”, transmite desde el mapa, en línea con el duro discurso de Bullrich, aunque se acepta que ante una gran competencia no se puede evitar que la marcha sea en las calles: “Si en algún momento interrumpe un camino porque no entra a la calle, tiene sentido. Pero va a ser que circulen y los convocamos a ser criterios”.

“Gestionar el control de la situación”

Más sobre el tamaño de la caminata, en el Gobierno porteño buscarán mostrar que mantiene el control de la situación y que en caso de carreras callejeras, se prestará mediante autorización de los funcionarios. “No con la marcha de la CGT. En un momento abrí el lugar y ocupé Lavalle, pero decidimos que fuéramos con un vallado”, dijo un funcionario de seguridad.

El operador contaba con políticas municipales y también fuerzas federales para proteger el Congreso, la Casa Rosada y la Secretaría de Educación, entre otros puntos. “Para aplicar el protocolo siempre depende del número de manifestantes. En la ciudad trabajamos para que puedan convivir los dos derechos, el libre tránsito y el manifiesto. Es importante que el gobierno pueda decidirlo para que se pueda hacer”asegura Jorge Macri.

«El Gobierno vende un metro miedo con el protocolo antipiquete para que la gente no vaya a la marcha. Todo pasa por dar un paseo en paz, estás estancado y bloqueado. La sociedad argentina no aceptará que no pueda presentarse porque es un derecho constitucional”, dijo Yacobitti a FM Milenium.

Esto es algo en lo que coincide el gobierno de la ciudad con los organizadores. “La idea es que el mar esté todo en paz”deslizaron en la sede de la administración porteña, conscientes del costo político que en caso de violencia y represión en una protesta de estudiantes y profesores universitarios, pero también de referentes políticos iraníes, sindicatos y organizaciones sociales, será más importante que otros. Las más habituales manifestaciones o cortes de calles.

Hace un día, cuando la Facultad de Filosofía de la UBA inauguró una clase pública en Puán, el gobierno lleva la primera reacción para terminar la calle y la implementación definitiva.