La celebración de la Eurocopa de España en las calles de Madrid: “Es sólo el comienzo” | Eurocopa Alemania 2024

Como un caldero de salvación/ Que en el aceite no traspasa el sentido/ No quiero hacer nada ni que me apuñalen/ Y entre mujeres, llevo vestido. Así sueño con la campaña europea, el descaro que se extendió como aceite en el camino de España hasta su sorprendente éxito en Centroeuropa. Un triunfo que sólo los más religiosos intentaban vaticinar hace un mes. Y una canción que, además de mover las cadenas de los Rouge, también tendrá que afrontar la conquista del equipo. El tema fue lanzado en 2021 con el nombre salvamento de potra una segoviana, Isabel Aaiún, que era jinete y otros. Al principio no encontré mucho, hasta que, gracias a un descuento de 2023 y al lanzamiento como Radio Verbena FM, la melodía empezó a tomar impulso. La selección de fútbol acabó sin moverse. Nadie estaba esperando esto. golpearni su protagonista, como si por casualidad (casi) nadie estuviera esperando la cuarta Eurocopa. Eso sí, la fiesta de Cibeles se vio interrumpida en plena noche del lunes con salvamento de potracon Aitana como Telonera.

Dans le scénario d’Ibai Llanos, mais le chef du microphone était Álvaro Morata, qui, après avoir enregistré les pionniers (Casillas, Xavi, Pujol…), présenta un à un ses compagnons : « Carvajal, le jabalí d’Espagne , a dónde vas ? ¿Es Musiala? “Fabián es un faro que entrena, no se mueve”; “Mikel Merino, el espíritu de Puyol”; “Rodrigo, nos han movido un par de veces, pero es Balón de Oro” (mientras Joselu se fijaba en su compañero Carvajal); “Nico, en Bilbao, consumió una esencia que no existe”; “Lamine pasó de clase a la Copa de Europa”; “Oyarzabal, ¿qué dijiste el día de la final? Que untes tu pie de oro”; “Navas es una leyenda, debería haberlo puesto en la Federación o en el Gobierno”… Y así. Luis de la Fuente se tapó antes de dejar un mensaje de fondo (“este equipo es un ejemplo, somos los más fuertes”) y arreglar sin chuleta con un Julio Iglesias en compañía de su amigo Patxi Salinas. Mientras tanto, Rodri no podrá decir “Gibraltar es español”. Morata tuvo que grabar lo que jugó en Inglaterra.

Desde los festejos del Mundial de 2010, cuando más de un millón de personas se alinearon en las calles, la selección no había podido realizar una fiesta de esta magnitud con su gente. Los jugadores tomaron un autobús que llegó e imprimieron un mensaje alrededor del mundo: » Este es solo el comienzo « (Este es sólo el principio). Un aviso en inglés a sus rivales, un truco, nada concreto tras un triunfo que sólo los más optimistas habían adivinado. En medio de la euforia, la selección que siguió declaró que no sería un triunfo episódico.

El Airbus A321 Delta procedente del Llobregat d’Iberia, con la expedición dentro, había aterrizado en Barajas faltando aproximadamente una hora para el regreso, sobre las 15.00 horas, pero la visita a La Zarzuela seguro que no admitiría sobras gratis. Así, a las 18.30, como una charla, el autobús de Roja cruzó la sombra de la Residencia Real. Recibieron un rey rojo. El rey, con la corona de este color; la reina, con un vestido colorado; y la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, con la elástica de Dani Olmo. La sorpresa estética del gatito Cucurella, quien, arrepentido, reconoció su melena cardada en una discreta cola de samurái. La promesa de la tinta llegará, asegura su pareja, mientras el jugador se solidariza con Ibai Llanos.

«Queremos más»

El siguiente intérprete diplomático llegó a La Moncloa, donde atendió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “El problema, entrenador”, dijo Luis de la Fuente, “es lo que más queremos. “Tendremos el Mundial de 2026, luego el Mundial de España (en 2030)”, afirmó.

Tras finalizar el más estricto tratado institucional (justo antes de entrar en escena, el alcalde de la capital, en presencia de la infanta Elena), los caballos de Luis de la Fuente se adentraron en las calles cerradas de Madrid hasta la parada de un autobús destrozado, con El presidente federal, Pedro Rocha, se incorporó al partido de jugadores, para encontrar el caballo que disparó sobre el asfalto en una jornada de chicarra, con menos tiempo.

La prenda fue distribuida a las familias biológicas. Los veteranos Carvajal, Nacho, Morata y Joselu en la delantera. Los realistas, en el lado izquierdo. Los pipiolos Lamine (sin micrófono) y Nico, por la banda derecha. El discreto Unai Simón, en el centro, no para de bailar. Rodrigo ganó el trofeo entrando a la Plaza de Colón como los conquistadores. Y Luis de la Fuente, con una riñonera camuflada entre los jóvenes. “Esto es sólo el principio”, nos gustaría decir más sobre las vacaciones.

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