La NASA encuentra en Marte “intrigantes” señales de posible vida microscópica en el pasado | Ciencia

Científicos de la NASA acaban de anunciar el hallazgo de señales en una roca marciana que podrían indicar presencia de vida en el planeta vecino hace miles de millones de años. Estos posibles signos de vida microscópica fosilizada se han encontrado en una roca, llamada Cataratas de Cheyava (Chevaya Falls), en el cráter Jezero, donde se han encontrado ya gran variedad de compuestos orgánicos en un antiguo lago del que fluía un río. “La roca exhibe firmas químicas y estructuras que posiblemente podrían haber sido formadas por la vida hace miles de millones de años, cuando el área explorada por el rover contenía agua corriente”, explica la NASA en una nota. Y aclara: “El equipo científico está considerando otras explicaciones para las características observadas, y se requerirán pasos de investigación futuros para determinar si la vida antigua es una explicación válida”.

El análisis efectuado por los instrumentos a bordo del rover Perseverance indica que las “manchas de leopardo” de la roca poseen cualidades que se ajustan a la definición de un posible indicador de vida antigua, resume la agencia espacial sobre este pedrusco de un metro de largo por algo más de medio metro de ancho. Todos los trabajos realizados por el rover señalan que esta roca contiene compuestos orgánicos considerados los componentes básicos de la vida, aunque la NASA también advierte de que estas moléculas pueden formarse mediante procesos no biológicos.

“No podemos decir que esto sea una señal de vida”, defiende la científica adjunta del proyecto Perseverance de la NASA, Katie Stack Morgan, “pero esta es la muestra más convincente que hemos encontrado hasta ahora”.

El rover Perseverance Mars de la NASA tomó esta selfie, compuesta por 62 imágenes individuales, el 23 de julio. Una roca apodada “Cheyava Falls”, que tiene características que pueden contribuir a la cuestión de si el Planeta Rojo fue hace mucho tiempo hogar de vida microscópica, es a la izquierda del rover cerca del centro de la imagen.NASA/JPL-Caltech/MSSS

“Cataratas de Cheyava es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante investigada hasta ahora por [el robot] Perseverance”, asegura Ken Farley, científico del proyecto Perseverance de Caltech en Pasadena, encargado de este geólogo de seis ruedas que escruta las piedras marcianas desde 2021. “Por un lado, tenemos nuestra primera detección convincente de material orgánico: manchas de colores característicos que son indicativas de reacciones químicas que la vida microbiana podría utilizar como fuente de energía; y pruebas claras de que el agua, que es necesaria para la vida, alguna vez pasó por la roca”, asegura Farley. “Por otro lado, no hemos podido determinar con exactitud cómo se formó la roca y hasta qué punto las rocas cercanas pueden haber calentado la roca Cheyava Falls y contribuido a la formación de estas características”, advierte.

Este hallazgo fuerza de nuevo el debate sobre la necesidad de traer a la Tierra esas muestras desde el planeta rojo para estudiarlas en profundidad, un programa que la NASA se ha tenido que replantear por completo por su elevado coste. “Hemos bombardeado esa roca con láseres y rayos X y la hemos fotografiado literalmente día y noche desde casi todos los ángulos imaginables”, señala Farley en ese sentido. “Científicamente, Perseverance no puede dar más de sí. Para comprender plenamente lo que realmente ocurrió en el valle fluvial marciano del cráter Jezero hace miles de millones de años, nos gustaría traer a la Tierra la muestra de Cataratas de Cheyava, para poder estudiarla con los potentes instrumentos disponibles en nuestros laboratorios”.

“Estas manchas son una gran sorpresa”, asegura también David Flannery, astrobiólogo y miembro del equipo científico de Perseverance en la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia. “En la Tierra, este tipo de características de las rocas se asocia a menudo con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo”.

No es la primera vez que se detectan estos señales de posible vida en Marte. En 2014, el robot Curiosity descubrió una misteriosa fuente de metano, un gas cuya presencia en la Tierra se debe a los seres vivos. Más tarde, en 2022, este mismo robot encontró muestras de roca enriquecidas en isótopos ligeros de carbono, una “señal geoquímica que en la Tierra sería interpretada de inmediato como una evidencia casi indiscutible de la presencia de vida microbiana en el pasado remoto”, según el astrobiólogo Alberto González Fairén. Y un año después, el Perseverance, un rover enviado precisamente con la misión de encontrar restos de vida, daba con signos de compuestos orgánicos.

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