No propondremos nuevos modelos de IA generativa en Europa para nuestro “entorno regulatorio impredecible” | Tecnología

Meta sube a peldaño más en su pulso con Bruselas. La compañía anunció hoy que no perderá en Europa sus nuevos modelos de inteligencia artificial (IA) generativa, que tienen la capacidad de generar contenido a partir de instrucciones escritas. La decisión es una respuesta a la que, desde Menlo Park, contempla una excesiva intrusión de la UE en su industria a través del complejo regulado europeo.

«Hemos lanzado un modelo multimodal en los próximos meses, pero no en la UE debido al carácter impredecible del entorno regulatorio europeo», afirmó en un comunicado un portavoz del gigante tecnológico. La nueva versión de Llama podrá procesar videos, audios, textos e imágenes y podrá usarse desde el teléfono móvil o desde las gafas inteligentes Meta Ray-Ban.

Como el modelo Llama será sagrado con una licencia abierta, las empresas europeas no podrán utilizarlo. De esta forma, las empresas de fuera de la UE que incorporen esta herramienta no podrán ofrecer servicios relacionados con este territorio europeo. Si bien Meta se está lanzando en la UE, según fuentes de la compañía, se trata de una versión para un jugador del texto de su modelo Llama 3.

La decisión de la compañía fundada por Mark Zuckerberg se produjo pocos días después de que Meta renunciara a utilizar datos de sus usuarios de Facebook o Instagram para crear sus modelos de IA. Este movimiento, en su opinión, estuvo liderado por la investigación abierta contra la autoridad de protección de datos de Irlanda, país en el que el meta tiene su sede europea.

Apple, por su parte, afirmó que había alguien que no se perdería en Europa todas las novedades basadas en IA en el transcurso de su trabajo, considerando que algunas de sus características podrían adaptarse a la normativa europea.

Un desenlace más

El grupo multinacional se reúne con miembros de la Comisión para explicar cómo funcionará su nueva política de reconocimiento de datos para entrar en su IA. También comunicaron a los usuarios cómo sabrían que estaban usando sus datos en estos intercambios, un proceso sobre el que muchos comentaristas fueron extremadamente inverosímiles. Todo ello influyó en la decisión de no desaprobar sus modelos avanzados de IA en territorio europeo.

En el último semestre del año, la Comisión Europea acusó a Meta de violar la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas inglesas) con su modelo de «pago o consentimiento», por parte de usuarios de Facebook e Instagram, las redes sociales estrella. parte de la empresa, que nadie quiere ser bombardeado con publicidad personalizada no puede evitar pagar un precio mensual. Ya puede presentar alegaciones y la Comisión resolverá en 12 meses el resultado de su investigación, con la que podría obtener gran parte del 10% de su factura anual (que asciende a 13.000 millones de euros).

La Junta Europea de Protección de Datos resolvió a finales del año pasado que Meta no podía seguir el tratamiento de los datos personales de sus usuarios para servir publicidad ajustada a su perfil.

En los últimos años, la UE ha sido una agencia reguladora de arquitectura pionera en el mundo para proteger a sus ciudadanos del poder de las grandes tecnologías. El primer paso fue la entrada en vigor en 2018 del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), una norma que obliga a comunicar a los usuarios qué datos se solicitan y con qué multas.

El siguiente paso, establecido por normas (Ley de Servicios Digitales, DSA, y Ley de Mercados Digitales, DMA), establece mecanismos de transparencia y rendición de cuentas específicamente dirigidos a las grandes tecnológicas, entre sí. El tercer elemento de esta protección de defensa es el reglamento sobre inteligencia artificial, aprobado según los principios del año y que entrará en vigor el 1 de agosto.

Hoy no es el primer pedido que permitirá a Meta lanzar su impulso ante los legisladores europeos. En febrero de 2022, la tecnológica sugirió que abandonaría Europa (es decir, los ciudadanos europeos no podrían utilizar Facebook, Instagram o WhatsApp) si la legislación no era favorable. Llegados a este punto, ha llegado el momento de decidir una de las principales disputas entre los Grandes empresas tecnológicas y la UE: si los primeros pueden o no mostrar los datos de los ciudadanos europeos en el territorio estadounidense, esto implica que no están en algún lugar del restrictivo estándar europeo. Finalmente, EE UU y la UE cerrarán de forma definitiva el año siguiente. Y Meta no se fue.

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