Maverick Viñales es uno de los pilotos del momento en MotoGP, y su desempeño se puede explicar por un cóctel de factores entre los que hay un cambio notable tanto en la alimentación como en la preparación física. El piloto español de 29 años, que durante el GP de las Américas rompió una racha de tres años sin conocer la victoria, encontró insólita desde su punto de vista una conversación con EL PAÍS que se metió dentro para tumbarse hasta el extremo. “La parte más difícil de la dieta es la primera semana. Luego el estómago se acumula y puede pasar algo en la habitación, pero el cuerpo tira”, explica de Roses, durante los entrenamientos del GP de Francia que se disputan este fin de semana. “En MotoGP, y esta aplicación para cualquier deportista de primer nivel, se trata de hacer un diario de entrenamiento. Muchas veces tengo una habitación, pero si el resultado es ir de compras, paso una habitación para toda la vida”, reconoce con una chica.
Viñales decidió dar un paso hacia ambos candidatos. “La adaptación de un jugador a este deporte no es fácil, pero sin Duda lo hizo bien”, comenta Lluís Capdevila, su preparador físico. El piloto de Aprilia, que recorrió 1,71 metros, perdió cinco kilos en cuatro meses, pesando entre 68 y 69 kilos en la última carrera de 2023 en Valencia y entre 63 y 64 para su verano de 2024. Su índice de grasa ronda el 6%, muy cerca del límite del cuerpo humano. “Es imposible perder más grasa, hay menos que un ciclista de élite”, se pregunta el especialista, que colabora con él desde hace 16 años. La premisa que nos coincide en diciembre será encontrar el equilibrio perfecto para no perder el rendimiento, pero sí aumentar la carga para la moto y la carrocería.
“Les decimos que con dos carreras cada fin de semana, no necesitamos tanto músculo, si tenemos más agilidad y potencia, para mejorar la explosividad”, dijo Capdevila. Viñales es tan fuerte que la energía se sobraba para un tercer estudio, y el inevitable peso de tantos músculos podría ser una última para las características de la máquina italiana: «No solemos tener la manera de sacar el máximo rendimiento sobre la moto, Especialmente con la Aprilia”, afirma el piloto. La receta del entrenamiento se basa en dos componentes: empezar a entrenar con pesos máximos en el gimnasio y otra dieta de la Vuelta de Tuerca de la mano de Saioa Segura, nutricionista del CAR de Sant Cugat del Vallés.
Una de las mayores inspiraciones de Viñales en este cambio la dijo su compañero de garaje, un tal Aleix Espargaró que pasó años observando a uno de los pilotos más extremos en cuanto a aspecto físico y nutricional. “Cargue la preparación hasta el límite absoluto. Quería muchas cosas, pero no soy capaz de perder más pesos sin perder fuerzas”, asegura el piloto más veterano de la parrilla, quien con su estatus de 1.80 siempre ha estado muy pendiente del último que soporta su volumen por uno. . motocicleta de carreras. «Hay que destacar que estas motos son casi perfectas, y menos aún equivalen a una mayor velocidad», añadió el de Granollers, que corrió hasta una década de pérdida por aceleración en la pista, además del impacto que suponen dos o tres kilos menos. puede perderse en una mejor conservación de las gomas.
Ramón Forcada, uno de los técnicos con más experiencia del paddock, asume la importancia de saber que el peso no es el factor más influyente. “El combustible es importante porque las motos tienen mucha más física hoy en día. El conductor debe ser musculoso, tener fondo físico y, lo ideal, adelgazar todo el peso posible, porque siempre se vende bien. Es innegable que la velocidad de una motocicleta es consecuencia de la aceleración, y la aceleración depende del peso”.
La aparición de especialistas, de preparadores entre los nutricionistas, pasando por los psicólogos, ha transformado el paradigma de la carrera. “El objetivo ahora es llevar todos los aspectos positivos de cada región y todos los aspectos negativos. Es como la parte técnica de la moto: si tienes mucho, puedes perder un punto más, y hay que encontrar el equilibrio óptimo”, ilustra Forcada. Todo ello se traduce en unas partes muy concretas y adaptadas a cada corredor. Las calorías son estrictamente necesarias según el nivel de cada forraje, y la dieta es constante. Viñales, por ejemplo, requiere llegar a los 40 minutos constantes de trabajo para mantener su nivel óptimo de rendimiento, el piloto y su equipo de especialistas son constantes y coordinados. para que todos los elementos vayan encaminados hacia un mismo objetivo concreto: la victoria.
“Si queremos que todo esto no sea el resultado, os decimos que será el primero en intentar llegar mejor”, confía Maverick. Tu alimentación es súper limpia, igual que la de cualquier deportista de élite. Nada de dulces y ultraprocesados, aunque como un poquito todo, pero en pequeñas cantidades. Lo más peligroso es un trabajo en Coca-Cola. “Han pasado cuatro años desde que se realizó la prueba, pero no hay manera de pintarlo para intentar ganar aquí”, concluye. “Lo importante es que el deportista sea fuerte, que no tenga que pensar en nada más que en su carrera. La parte física no debe condicionar tu rendimiento, si liberas completamente tu mente”, afirmó Capdevila.
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