Sabiendo que la espera era larga, el expresidente Carlos Puigdemont no fue abandonado a la Universidad Catalana de Estiu (UCE)que se celebra en el municipio francés de Praday finalmente intervino durante el rodaje de un vídeo captado para justificar su autorización por “razones de seguridad”. El cartel del acto anuncia la presencia de Puigdemont en la presentación del libro ‘Colpismo’ de Damià del Clot, y tendrá su primera aparición oficial tras su fugaz regreso a Cataluña el día de la investigación de Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat.
El año pasado, Puigdemont viajó a Francia para ayudar inmediatamente a una casa en Pau Casals organizada por la UCE, que reunió a cinco presidentes de la Generalitat, entre otros Jordi Pujol y José Montilla. Sin embargo, en esta ocasión prefirió no hacerlo, después de evitar su detención en Barcelona, ese día tenía al hombre de los Mossos de Esquadra, que esperaba ser detenido a las puertas de la Cámara Catalana.
Puigdemont no tiene inmunidad parlamentaria, ya fue eurodiputado durante las elecciones de junio y podría verse afectado por una nueva orden de detención europea. El expresidente no pidió a Correr Riesgos que sopesara que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarenano reactivó la petición europea de detención cuando fue llevado ante el tribunal.
Esta circunstancia hizo que el asunto Puigdemont se refiriera a su intervención telemática en Prada, transformándose en un «golpe de Estado híbrido» que podría beneficiarse de la ley de amnistía aprobada por el Congreso de los Diputados. Según el expresidente, «el golpismo es muy sofisticado» y ahora es el más difícil de detectar, porque la irrupción de fuerzas militares en los parlamentos democráticos es «no la compra de nadie».
Puigdemont considera que los partidarios de la unidad española se han reinventado para evitar la «mala prensa» y les acusa de actuar bajo una «apariencia democrática» del poder judicial para «conseguir los objetivos políticos que las urnas no permiten obtener».