Las redes sociales están llenas de potenciales detectives privados. Se trata de usuarios que utilizan plataformas sociales para demostrar un comportamiento inadecuado o ilegal. Parten de indicios o pruebas y llegan a sus propias conclusiones, en ocasiones acertadas y en otras no. Sucedió hace una semana en EE UU, cuando una mujer publicó en TikTok varios videos de un hombre y una mujer en un recorrido desde Houston hasta Nueva York, y confirmó que había emprendido una aventura, según una explicación. New York Times. En 2019, también en España: un hombre fue captado en una discoteca de Vigo mientras se besaba con una mujer que no le pertenecía, y la discoteca publicó el vídeo en Facebook. También es este año, y también vídeos circulares de las convocatorias. fuentes de balcón que ataca a las personas que circulan por la calle durante el confinamiento por el coronavirus, para presionar a los trabajadores sanitarios que se encuentran trabajando o que están discapacitados.
¿Es legal agarrar a alguien sin tu aprobación y compartirlo en las redes sociales? Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital, explicó que no: “Puedes hacer una foto o un vídeo sin tu consentimiento, aunque sea en un lugar público y puedes financiar menos esas imágenes después”. Es el caso de la Ley Orgánica 1/1982 de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Sólo es posible si la persona está autorizada. “Que alguien en el mar puede ser cotilleo, pero no está amparado por el derecho subjetivo de información, como parte de su intimidad”. La imagen de una persona son datos biométricos, explica la abogada de protección de datos Paloma Llaneza, y publicarla sin consentimiento también es una violación de la normativa de protección de datos. Cuando se trata de un personaje famoso en un espacio público, la situación es distinta: puede ajustarse a la norma.
Tampoco está autorizado a detener a una persona anónima si comete un delito en un lugar público. La cuenta de Instagram de Patrulla Madrid (@patrullamadrid), con hasta 300.000 personas, persigue a los carreteros de Madrid y Barcelona, los capta y los publica en Instagram y TikTok. Una de sus últimas publicaciones con más de 125.000 amar y hubo 3.000 comentarios: “Son unos héroes sin capa”, según uno de los comentarios. Sin embargo, no está permitido acusar a una persona y publicar su imagen. “Nuestro sistema legal está diseñado para que nadie se tome la justicia por mano propia. Primero les haces una señal a los carteristas, luego los pones al volante, los sumas y no tienes que preocuparte de que los utilicen para el trabajo”, explica Llaneza. Las patrullas ciudadanas “piezan con el pito y acaban dando palizas”, advierte.
Desde Patrulla Madrid se indica que sólo las personas de los carreteros publicaron sentencia firme o fueron capturadas “en flagrante delito”. Cita el artículo 8.2 de la Ley Orgánica 1/1982, pero los expertos dicen que este artículo no es aplicable, para la gestión de personas con bienes públicos, con profesión notoria o profesión pública, y sin anonimato. “Las consecuencias legales son menores en comparación con el beneficio que representa para la sociedad”, afirma. Los medios de comunicación, por su parte, pueden tomar fotografías de personas no reconocidas con fines informativos, de acuerdo con el artículo 20 de la Constitución Española.
Si alguien incurre en una conducta delictiva, entonces Adsuara al igual que Llaneza indica que debe entregar el video a la policía, sin publicarlo en las redes sociales. “Es lo mismo que si te reprimes y no te enseñas a ti mismo. Hay una presunción de inocencia que se fusiona con el juicio. Si anticipas y decides que es un delincuente y el resultado final no está ahí, puedes reclamar una indemnización por daños y perjuicios, por injurias y calumnias”, explica Adsuara.
El ofensor es el encargado de denunciar los delitos contrarios al honor, a la intimidad y a la propia imagen. En el caso anterior, es el carterista. Si has publicado tu imagen sin tu consentimiento, podrás enfrentarte a una indemnización civil por daños y perjuicios y también a la Agencia de Protección de Datos. En este caso, Llaneza recomienda contratar con un abogado: “La agencia tiene un canal de denuncias con formularios en la web, no necesita abogado. Si quieres presentar ensayos y la cosa prospera, siempre es mejor que alguien te ayude”. TikTok también se utiliza para buscar una letra. Sin un embargo, muchos carreteros no quieren que la gente medite sobre ellos. «No sé si lo denunciaron por publicar su foto», añadió Adsuara.
Llaneza llama “viejas del visillo digitales” a personas que exponen la vida privada de desconocidos en los rojos: “El chismorreo ha levantado el mundo digital, la cotilla que destroza la vida del pueblo”. Hay usuarios que son partidarios de exponer la vida de otras personas en las redes sociales. En el caso del vídeo de pareja neoyorquina, algunos usuarios justifican su publicación como un acto de feminismo. Tamika Turner, creadora de contenidos de Brooklyn, ha hecho referencia a su dedicación al estado de alerta y la atención, y ya ha dejado clara su intención: “La vista única está dentro de la vista misma”.
puedes seguir EL PAÍS Tecnología fr. Facebook Y X o haga clic aquí para recibir el nuestro boletín semestral.