Roland Garros 2024: Alcaraz, inspirado en otra persona, sigue ganando color | Tenis | Deportar

Y aquí Juan Carlos Ferrero se está preparando para jugar con su jugador, al punto que tiene un poco más de peso para que esté ahí, y para que venga. Grita la técnica que sabe el chico, e insiste desde el caja, una y otra vez: “Un poco más de continuidad en la intensidad. “¡Todo el rato, tío!”, pregunta el entrenador en esta zona de viento y frío, mucho más desagradable para la práctica del tenis y que precede al vértigo de Swiatek, doble Roscó la polaca y la noche anterior al aullido de Novak Djokovic. Si se da cuenta de que desde donde acaba de salvar al serbio, pero llegando a las rampas de la verdad, Roland Garros entonces se abre a una definición y se posiciona otro; sufridor el número uno, emergente en Murciano, que ante Félix Auger-Aliassime vio el siguiente mensaje: Oye, espera y haz ejercicio: para escuchar, Juanki, alla ese voy, de principio a fin. 6-3, 6-3 y 6-1, y 2h 19m. Otra dosis de optimismo. Yo sobrevuela los cuartos.

Redimido dos días antes, cuando voló al tope del tarro de las esencias y se encontró con una magnífica actuación ante Sebastián Korda, el Palmar mantuvo la inercia y disfrutó de otros momentos, eléctrico e inspirado por la definición. Luce de nueva muñeca en lajada, cubre track a fondo et presiona al Canadiane del primer al último parcial, expansivo y hostigador, evitando que se las más más mínimo la cosa; se despreció a sí mismo en la segunda etapa y se mostró virtuoso en la tercera, que se encontró continuamente en esta zona fronteriza con un rival con tanto potencial de desorientación, porque Auger-Aliassime, todos los hombres, se ha cohibido en los últimos tiempos. , sin solo ni progreso sino que se estanca. Ideal, por tanto, para fortalecer las buenas dinámicas y recargar la reserva de confianza, que no abunda y hoy es premio de oro en este presente indescifrable.

“Si le metes el segundo zúmbale, ¿eh? ¡Zumbale!”, insiste Ferrero, un tipo exigente y tenaz, y aquí, reza el prosaico lema de la tribuna de la Chatrier, la victoria pertenece a los que a los que lo pelean, à los que van y van sin parar, a los que lo quieren. Cambió el gesto de la liga en este Roland Garros por ese otro que encoge los dientes, y lo que se detecta en él, y lo que hace la mirada es afila, sinónimo de voluntad. Del deseo. Y en última instancia es el mundo el que se mueve, no es el tenis. El talento necesita libido y también convicción. Hace 21 años, Alcaraz, y la sombra incierta y las emociones son elementos inevitables de la comedia, pero el ambiente que puede sentir el antebrazo derecho desaparecerá y su tenis Ronaldinhiano y hedonista recuperará el brío, la chispa y las notas de color, bronceado diferente y bronceado plástico para el ojo todo.

Digo que lo sé, me encanta McEnroe, rockero y catador, voz de Eurosport. en medio terraplanificación actual, un viaje en la montaña rusa. El español es algo distinto, fresco, diferente. Y el público parisino, siempre preocupado, espera impaciente. “Carlos es un individuo único. «Es conmovedor, el más entretenido de ver, el más deportivo, hay más juego que nadie que haya visto a tu edad», le dijo a los estadounidenses; “puedes comer algo; Por supuesto, como se puede hacer de todo, repetidamente lo extraordinario y lo espectacular, viendo el punto culminante, pero aquellos que tienen los medios para avanzar en su carrera se comprometerán a devolver un poco, porque quién quiere conmover al público y evolucionarlo. Al participar, ahora podrás ganar más fácilmente. Pero estoy encantado de ver jugar a este chico. Es eléctrico, es increíble para este deporte”.

Y en medio de este bienvenido avance, para bien de Auger-Aliassime el duelo con la espalda, puede hacer masajes en la zona lumbar y terminar haciendo una reverencia en silencio. Lointa, pero es una quimere. Dolor de cabeza en principio, cuando el Palmar metió la cabeza en la élite, la distancia que le separa (23 años) de Alcaraz es hoy muy grande. Encaja 34 ganadores el Canadiense, que se encargará de un pesado portazo la única vez que intente tirar de la puerta; 16 opciones romper obtiene el vendedor, que divide en la balanza del martes a Gregory Stefanos Tsitsipas, adversario superior. No es posible admitir la más mínima relajación. “¡Qué pasen cosas, que pasen!”, proseguía Ferrero mientras el marcador reflejaba un 5-0 en el último parcial, y el joven tenista calca le cierre de la cierre de la cierre de l’autre round, volea templada, otro paso adelante . Más felicidad, eso es tocaba.

“Créo que es tu momento”, declaró en la pista la francesa Marion Bartoli, campeona de Wimbledon en 2013, que ganó sus manos. “Jugó muy concentrado, sin altibajos. Me siento cada vez mejor”, responde, lo que simplifica para explicar la respuesta en el juego: “Creo en mí mismo”.

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