Sergi Roberto, el futbolista que siempre espera, puede esperar | Fútbol | Deportar

El futbolista que siempre espera, puede tener esperanza. Y la consecuencia fue para tus amigos. Sergi Roberto (Reus, 32 años) se convirtió en jugador del Barcelona tras 18 años en el club. No es esto lo que está pasando, pero es que no queda otra alternativa: el Barça puede contactar con el jugador, último capitán del primer equipo, para firmar un nuevo contrato. Aunque su vídeo con la entidad azul expiró el 30 de junio, su nombre continúa en la lista principal del equipo. La idea del área deportiva era llegar hasta los últimos días del mercado de compras para analizar el margen económico para poder inscribir a Roberto. La paz tiene un límite. “Hasta que tomé la decisión estaba nervioso, ahora estoy más tranquilo”, comentó el centrocampista en su círculo cercano. Mientras caminaba, sin embargo, sin prisas, a su estilo, conciliador y discreto, Sergi Roberto fue un acto de desesperación emocional en el Camp Nou.

“Es un tipo afortunado. Compartió prenda con grandes ídolos, que se hicieron amigos y con los que ganaron muchos títulos y con los que vivieron nuestras noches mágicas», declaró. Y, replicó, afirmó: «Quien tengo que decidir que jugué 373 partidos». en mi club en mi vida y que será el primer capitán, después de haber lanzado el relevo de Messi, Busi, Xavi y compañía?». hijo – se quitó la camiseta de Lamine Yamal – de la segunda fila del Auditori 1899 del El Camp Nou, donde se establecieron Gerard Piqué y Carles Puyol. Ningún fracaso significativo le ocurrió al primer equipo porque su primera aparición en público se debió a su pobreza (incluido un breve encuentro con el presidente Joan Laporta), pero también porque con su salida Roberto perdió. Su protección había insistido el extécnico azulgrana con la dirección deportiva para que concluya el contrato de la 20 pasada temporada. Esta vez, un año después, su portero ya no está en el banquillo.

Es paradójico el papel de Xavi en la carrera de Roberto. Señalado como uno de los grandes talentos de la cantera, cuando Pep Guardiola se unió a él en el Camp Nou, el centro del campo azulgrana lo dirigía Xavi, junto a Iniesta y Busquets. Mal momento para crear un sitio. Sin embargo, decidí quedarme. Hoy está en escena cuando recibe la oferta del Arsenal. Y encontraste un hueco en el primer equipo cuando Atlético, Bayern, Milán, Valencia y Tottenham intentaron frenar al Barça. “La Masia es el corazón de este club. Los jóvenes que cantan les dicen que tienen mucha paz. Con mi padre siempre decimos que el Barça está cerca del corazón. Si aprovechas las oportunidades, hazlo; y es el mejor club del mundo. El espacio va al corral”, comentó.

Pero apareció Xavi y apareció Rakitic. Así, la mayoría de clubes llaman a su puerta: City, United, Chelsea y PSG. Ninguno le garantizó un puesto de una tacada, el Barça también. Y decidió luchar por la paz. Con Luis Enrique el banquillo se consolidó como lateral derecho. Gracias a la cortesía, nada raro en tu carrera. Llegó a jugar hasta en ocho posiciones: solo le fallo colarse de portero, de 9 y de extremo izquierdo. “Tocasta gloria con los 25 títulos conquistados y los 373 partidos jugados”, escribió Laporta; “Como capitán, en el último período, tuvo mucho apoyo y ayudó a los jóvenes a tener valores que tengan el mismo significado que tendrán cuando regresen”.

El papel del grupo fue el de su última etapa en el club. Tras la prueba del líder silencioso de Messi, Roberto pasó al puesto de portero: amigo de los extranjeros (De Jong, Gündogan, Lewandowski, Ter Stegen y Christensen), protector de los canteranos (Gavi, Balde, Lamine y Cubarsí) y cercano a los medios clase (Araujo, Pedri, Ferran Torres e Íñigo).

Pero ni su ejemplo como capitán ni su polivalencia, así como su juego, serán suficientes para que el Barcelona presente una oferta. Y su paz, al final, llegó. Con 19 goles, la jornada más emblemática de la historia se remonta a 2017 ante el PSG, mientras que en el futuro se presentará la Premier League, en particular Valencia, Sevilla y Girona.

Se fue del Barça sin alzar la voz. Es por tanto un mensaje injusto: «Al aficionado me gustaría decirle que me hubiera gustado despedirme en el campamento, pero que estoy eternamente irritado por mis opiniones sobre aquellos años, donde vivimos momentos inolvidables». Los huesos se elevan para siempre en el corazón”.

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