Swiatek, el número uno que busca en Madrid el único gran trío que lo haga sobre la arcilla | Tenis | Deportar

Es un momento en el que Iga Swiatek, número uno del mundo, jugaba en el Estadio Manolo Santana tras perder la primera ronda de cuartos de final del Mutua Madrid Open ante Beatriz Haddad Maia (14ª). Durante décadas, los brasileños en los grados animados por su compatriota, la victoria se produjo con errores no forzados y perdieron el parcial por 4-6, mientras un momento antes dominaban por 4-1. El número uno, solivantada, reaccionó al momento y comenzó con su ritual tenístico: sacó el muro de hormigón del fondo de la pista, dominado por el revés y la derecha y con un ritmo de piedras avasallador trituró a su rival (4 – 6, 6-0, 6-2, 2h30). “¡Vamos, fuerza nas pernas!», «¡Vamos, caralho«, declaró el brasileño a Haddad Maia, que no había respondido a Swiatek, un competidor titán, que sufrió su nivel en metros en las semifinales del torneo, la única gran cita disputada sobre arcilla en la que no triunfó. polaca, que se disputó hace 22 años en la arcilla tres Roland Garros y dos coronas en el Foro Itálico de Roma.

Swiatek domina el circuito femenino con un poco de ayer desde que la australiana Ashleigh Barty anunció en marzo de 2022 que se retiraba en apenas 25 años porque el tenis no estaba en puerta, pero nunca conquistó Madrid, donde las condiciones han mejorado a más de uno. pista dura. La altitud de la ciudad (657 metros sobre el nivel del mar) aumenta la velocidad de la bola. “(Competir en Madrid) está claro que es diferente. Hay que jugar distinto y ajustarse (las jugadas) al principio, pero hay partidos de uno en dos que pueden sentirse más libres, más naturales, porque notan que son mejores. Hoy es aún más complicado”, respondió Swiatek en la rueda de prensa a una pregunta de este diario durante el trío ante Haddad Maia.

Este año es la tercera travesía de la polaca en el Mutua. A principios de 2021 estaba en tercera ronda, pero el año pasado logró la segunda vez, lo que es su mejor resultado en ese momento: encarna una de las finales femeninas más importantes de la historia del torneo ante la número mundial, Aryna. . Sabalenka. Bielorrusia, tenista arrolladora, pura potencia, se hizo con el tercer parcial y el título a base de zurriagazos, golpes fuertes que hoy en Madrid tienen más problemas para la velocidad que anhelan. El único partido del arco en el que Sabalenka, que pasó el año detenido entre septiembre y noviembre, logró atacar a Swiatek. En los encuentros de Roma (2022) y Stuttgart (2022 y 2023) fue en todas, y ni siquiera el pudo rascar un set.

En esta edición en Madrid, el número uno es para los jóvenes en semifinales -sus decimoquintes en un WTA 1000, récord entre una tenista menor de 23 años- con la estadounidense Madison Keys (20ª), que es esta noche una perdido en Ons tunecina. Jabeur (9ª) adelantó la Vuelta al partido (0-6, 7-5, 6-1, 1h 35m). En el tablero, hasta la última escalada, se mostró una de las señas de identidad de su carrera: el 6-0. Ante Sara Sorribes, la mejor raqueta española del momento, el castigó se quedó en ocho partidos con un 6-1 y 6-0. La polaca tuvo un partido de 12 a 0 después de que el castellonense se plantara primero en el restaurante. A mediados de estos martes, también respaldaron un Roscó un Haddad Maia en el segundo manga. Así fue la 78ª vez que el tenista de Varsovia alcanzó esta forma y se consolidó como rival. En mayo de 2021, durante la primera corona WTA 1000, se produjo un récord histórico antes de la victoria de Karolina Pliskova ante la Roma: un doblete por 6-0 en apenas 46 minutos, récord histórico en una final de torneo de esta categoría. superior de la alemana Steffi Graf -ganadora de 22 Grandes Ligas— llegó en 1988 a Roland Garros con la bielorrusa Natasja Zvereva con idéntica goleadora.

Iga Swiatek, fan de ACDC y Pink Floyd y aficionada a la conferencia, fue informada en diciembre de 2021 de lo que le había contado los cuatro años anteriores a su empresario, Piotr Sierzputowski, y unió fuerzas con Tomasz Witkorowski. Se trata, pues, de un salto de calidad en un recorrido largo, al que siguió el US Open (2022), donde el WTA 1000 —en 2022 se convirtió en la primera jugadora de la historia en ganar los tres primeros WTA 1000 del año siguiente— y las WTA Finals. del 2023. Además, el año pasó por tercera vez en Roland Garros hasta 22 años después. Nadie ya había conquistado cuatro Grand Slams cuando se enfrentó a la formidable Serena Williams (con 20).

En París, fue precisamente allí donde se exploró: en 2020, todos los pronósticos se batieron y hubo que ceder un set en Roland-Garros para situarse en 19 años en el primer puesto que eleva a un grande. Era como su antiguo ídolo, Rafael Nadal, que ganó la primera de sus 14 Copas Mezquita. En 2021, Swiatek llegó a París el día de la semifinal contra Djokovic en cuatro sets. La polaca ya no hizo gestos de sufrimiento durante el ascenso de Serbia, y tras el encuentro tuvo un momento fatal y acabó con el amor por la derrota. Este martes, en la calle de la prensa, le esperaba si alguien había pensado en hacerle algo a un rival durante el ataque al partido, como ayer el argentino Pablo Cachín, que le había esperado en plena carretera a Nadal si la camiseta se perdió. contra él: “La verdad es que no, pero si juzgas contra Rafa, lo hará, claro”.

En un circuito femenino donde la inestabilidad ha marcado los últimos tiempos, la plaza prácticamente ha cumplido los dos años como número y en el tenis, sus piedras físicas son fuertes y se mueven espectacularmente hasta el fondo de la pista, a partir de ahí es muy complicado mantener el ritmo. ritmo y responde las pruebas para marcar una era en el circuito. Con presión, sabe convivir desde que se organizó Roland Garros en 2020. “Si quieres inspirarte a partir de ahora. Es más fácil encontrar motivación cuando los niños se sienten felices. También asumí una carga por los hombres, y me estoy enseñando a hacerlo sin que eso afecte mi mentalidad y mi comportamiento”, dijo Swiatek en Madrid, donde estos días buscó al único gran trío que falló en el arco.

Swiatek celebra un punto este martes durante su partido contra Haddad Maia en Madrid.Ana Beltrán (Reuters)

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