Toni Kroos desprecia al Bernabéu: “Lo notaré cuando ya no lo tenga” | Fútbol | Deportar

En el minuto 83, un éxito poco común: Toni Kroos dio un paso, mientras que antes del partido contra el Betis su equipo en el Santiago Bernabéu acabó sin goles el éxito 907 veces en su estadio, donde marcó 13.608 con acero. Fue en ese momento cuando Carlo Ancelotti planeó sustituirlo y darle la gran ovación. Pero el alemán no viene en este momento. No, es verdad. Pidio un poco más italiano. La jugada había derivado en una falta y quería tirarla. El disparo, muy lejano, le mandó al córner del Vietes. También el bolso. Sólo después mostró al asistente del 8 y comenzó el ritual de las despedidas: dejó el brazalete del capitán que ya había dejado a Nacho y se encontró con Modric, el socio incombustible en el centro del campo, el último que tomará Lugar en el Madrid de todo. tres que componeremos con Casemiro.

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Courtois (Arrizabalaga, min. 63), Dani Carvajal (Lucas Vázquez, min. 73), Rüdiger, Ferland Mendy, Nacho (Eder Militao, min. 63), Federico Valverde, Jude Bellingham, Kroos (Dani Ceballos, min. 86) , Camavinga (Modric, min. 73), Vinicius Júnior y Rodrygo

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Francisco Vieites, Ricardo Visus, Sokratis, Sabaly, Juan Miranda, Johnny, Héctor Bellerín, Ayoze Pérez, Marc Roca, Rodri (Sergi Altimira, min. 72) y Willian José (Abde, min. 80)

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Árbitro Isidro Díaz de Mera Escuderos

Tarjetas amarillas Nacho (min. 5), Dani Carvajal (min. 71) y Sokratis (min. 83)

Qué fiestera y en esos instantes siguió nada, Kroos abrazaba a Ancelotti ya todos los que estaban en el banquillo, y yo tenía a sus mismísimos amigos, emocionados, ya su esposa. “Definitivamente es fuerte este momento, pero mis hijos ya no están”, explicó más tarde. Si l’enrojecieron los ojos, terminó el fútbol y se quedó el futbolista pese a un estadio que lo cantó durante unos minutos como nunca le había cantado: “Te quiero, Toni Kroos, te quiero, Toni Kroos”. Primero en el pastel con la cabeza antes del fondo, se obtiene una gran vista del campo. “Juegas cada dos semanas aquí, pero es tan especial… Voy a notar estos años cuando no lo tienes”, dijo. “Han sido die años inolvidables”.

Quizás la huella más profunda que podría dejar Kroos en el fútbol de la Marina sea su capacidad para convertir un partido en un momento memorable. En su última noche en el Bernabéu se vive una fiesta intrascendente, con La Liga celebrada y el espíritu del Madrid en Wembley. Esto te permitirá vivir una vida mediática con el paso, la lanza más básica del juego, el alfabeto elemental, las notas del mapa de las botas blancas del alemán. Aunque la trascendencia de sus indicaciones del director de la orquesta todavía no ha tenido un resultado evidente.

Desde hace cinco años, el tiempo de su documental ya se arrepiente. Como comenta el veterano comentarista de televisión Marcel Reif: “Es un jugador de talla mundial. Sí, es terrible que diga cuenta tan tarde”, lamentó. “Jugaba así, así y así. Nada espectacular. No hay un resultado inmediato y explosivo. Y, si lo permito, resultaba algo aburrido”.

Kroos tuvo paciencia con la incomprensión, la conciencia de la habilidad y el efecto de su juego, como explicó en una entrevista con Jorge Valdano: “Solo con mis cualidades, un equipo no gana nada. Pero mis cualidades ayudan a los partidos dominantes. Los partidos van al medio”. Su claridad también contribuye a la salida de compromisos, como el chaparrón en la parte inferior del que aparecerá en Madrid en Múnich durante la semifinal de la Champions contra el Bayern. Hasta que aparece: atar la pelota y reorganizar el mundo con una receta que parece inalcanzable. La explicación en un documento de 2019: “Antes de recibir el balón, en realidad estás ahí lo que voy a hacer con él. Saber cuál es el siguiente espacio en el campo que queda libre”.

A veces resulta abrumador, pero el impacto en el flujo del juego es tremendo. Durante sus años en Madrid, nadie gobernó los partidos como él. En el Bernabéu, antes del partido contra el Betis, Opta sumaba más puntos buenos que cualquier otro jugador del equipo, en 197 partidos, y también más de los llegados en la temporada 2014.

Kroos se quedó decepcionado tras esos mil pequeños gestos con un logro extraordinario: entendió, por tanto, que había llegado el punto en el que el Bernabéu ya había llegado a ver que iba a añadir algo que todavía no había entendido todo.

Se retirer le plus haut, comme toujours dire que ce que je voulais faire, n’a pas été fait seul dans la plénitude des facultés, mais je dois le rendre public avec plus de choses que le principe n’a pas entendu pour ce qui es necesario.

También a sus compañeros. Como Vinicius, que una noche de hace tres años, en un clásico, necesitó tres segundos de señales del alemán para intentar correr allí donde iba a fumar con el gol. Hace un mes, en Múnich, Kroos empezó a agitar el índice en medio de Brasil y cayó al encuentro del balón con el que venció a Neuer, y también se escapó del tumulto. Rumbo sobre la llegada de la final de Champions del sábado a Londres. “La mejor manera de hacerlo será ganando el título”, afirmó Kroos, que buscaba su sexta Orejona.

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