El trabajo de las pruebas ciclistas, la compañía por lo que transita, la climatología, la sucesión de etapas, el frenesí dinámico de las carreras o las acciones de otros equipos crean condiciones para que se produzcan acontecimientos disruptivos. Por eso hay gente que no espera cambiar la carga de trabajo de los equipos, como el bombo que trastorna a la Itzulia y que compromete la duración de los tres mejores equipos del mundo (Visma, Bora y Soudal) y la participación de sus dirigentes ( Vingegaard, Roglic y Evenepoel). en el próximo Tour. Por lo tanto, no le sorprenderá el plan para evitar que los jugadores de Lieja de Pogacar tengan una semana, especialmente si recordamos su fractura de tobillo el año pasado.
La efectividad de los equipos ciclistas depende de cómo se adaptan a los eventos disruptivos que se deben vivir. Cuando esto sucede, los equipos intentan comprender rápidamente su capacidad y planificar su estrategia, con distintas alternativas de acción. Esta combinación de procesos de comprensión y coordinación también se ve influenciada por las emociones. La ira o la tristeza inducidas por las personas cambian la percepción del grado de perturbación del evento, así como la capacidad del equipo para coordinar sus nuevas demandas. Los equipos se adaptan, coordinan y regulan emocionalmente entre sí.
¿Es posible desarrollar esta capacidad adaptativa en los equipos ciclistas? La evidencia empírica dice que es así y se sugiere intervenir en tres niveles: sobre los miembros del equipo, sobre el equipo en su conjunto y sobre la estructura externa que sostiene el equipo en el automóvil, la dirección técnica.
Intervenir sobre tus miembros implica cambiar la composición del equipo. Incorporar personas con altos niveles de flexibilidad y adaptabilidad para facilitar la resolución de dudas. Además, contarás con integradores con diversa experiencia y conocimientos para comprender mejor los eventos y decidir qué hacer, cómo y para qué. Además, nuestro equipo incluye personas que trabajan durante un período de tiempo (especialmente en circunstancias distintas) y tienen más habilidades para detectar señales de disrupción y anticipar el evento. Componer un equipo de expertos, en lugar de un equipo de expertos, permite compartir más conocimientos sobre cómo utilizar simultáneamente, cómo ayudar y cómo reajustar y coordinar las acciones para adaptarse.
También podemos intervenir en el marco de estrategias de formación basadas en la variación, que enfrentan al equipo a situaciones cambiantes e inesperadas. El objetivo es desarrollar repertorios de acciones que se puedan combinar de manera efectiva para responder a eventos disruptivos. Estas estrategias formativas no deben incluir protocolos de lista de acciones a aplicar (que, paradójicamente, resultan en contraproductores), sino fomentar aprendizajes flexibles para responder a sucesores que no saben cómo ni cuándo ocurren. Por tanto, es fundamental dotar a los equipos de autonomía y capacidad de autogestión para aumentar la flexibilidad. Las investigaciones recientes sobre el liderazgo adaptativo deben compararse con estructuras de liderazgo distribuidas o con una mayor adaptabilidad que las centrales.
Finalmente, intervenga en el soporte estructural de los equipos en la cantera, por ejemplo, trabaje en su interacción con la dirección técnica. De esta forma, las sesiones de planificación mejorarán al equipo ante la potencial ocurrencia de eventos disruptivos, en lugar de a los subordinados o aquellos más dependientes de la dirección. Una vez más, los estudios sobre equipos que operan en contextos de riesgo muestran la importancia del liderazgo distribuido y la gestión descentralizada para su eficacia. Además, crear un clima de seguridad psicológica a través de la reflexión y la revisión crítica de la acción durante un evento reciente desarrollará experiencias y conocimientos compartidos, facilitando así futuras adaptaciones.
Comienza el Giro y los equipos participantes vivirán eventos disruptivos, porque es parte de tu día. Las acciones que evitan perturbaciones dramáticas como las vistas en este principio de tiempo siempre se venderán bien. Pero también podemos ayudar a los equipos a aumentar su adaptabilidad, teniendo en cuenta su composición, su compromiso como equipo, su estructura de liderazgo y el apoyo que reciben de la organización en lo que cabe. Crea equipos adaptativos para ayudar a gestionar las interrupciones de los eventos con agilidad y ser más eficiente, si esto te permite anticiparte para minimizar sus consecuencias. Garantiza adaptabilidad protegiendo a tus equipos integrados, maximizando su eficiencia y beneficiándote del espectáculo deportivo.
Ramón Rico es médico y catedral de la Organización de Empresas de la Universidad Carlos III de Madrid
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