Robar es agotador. Es lo que debe de pensar el joven de 24 años y residente en la localidad navarra de Corella que ha sido detenido dos veces en dos semanas por entrar a robar a varias viviendas. Tras sustraer objetos de diverso valor, el varón decidió quedarse a dormir en las casas asaltadas. En una de ellas, se llegó a meter en la cama de la octogenaria propietaria del inmueble. Tras el último de los hechos, sucedido este pasado fin de semana, el juzgado de Guardia de Tudela ha decretado el ingreso en prisión de este varón y de otro hombre, también de nacionalidad marroquí, de 23 años con el que presuntamente habría cometido el segundo de los robos.
El primero de los hechos sucedió el pasado 11 de agosto. El detenido accedió de madrugada y por la fuerza a una vivienda del municipio de Arguedas (Navarra) donde dormían un hombre y su madre, octogenaria. Tras sustraer diversos objetos de la vivienda, decidió meterse en la cama de la propietaria, que dio la voz de alarma. No terminó allí el susto porque el ladrón volvió a intentar entrar en el domicilio y fue de nuevo repelido por sus moradores. Consiguió escapar, fue detenido horas después, pero salió en libertad.
El segundo de los hechos sucedió durante la noche de este sábado al domingo. En torno a las 7.15 horas del 17 de agosto, los agentes de la Guardia Civil de Fitero detuvieron a dos varones como presuntos autores de un delito de robo con violencia en el interior de un domicilio habitado en Corella y de dos ilícitos de robo con fuerza en grado de tentativa en el interior de otras dos casas del mismo municipio. Lo curioso: fueron detenidos mientras dormían en una de las viviendas.
Los agentes recibieron la llamada de la propietaria de una de las viviendas a primera hora de la mañana. La moradora, una mujer de edad avanzada, sorprendió a los ladrones, forcejeó con ellos, pero estos lograron escapar. Según apunta la investigación, accedieron a través del balcón del primer piso, escalando por los cables de la luz. Mientras los efectivos policiales estaban allí, recibieron un segundo aviso, de una vivienda próxima, cuyos propietarios habían observado daños en su cerradura.
Los agentes de Guardia Civil (con el apoyo de Policía Foral y de dos efectivos del cuerpo policial local) accedieron al domicilio. Localizaron a los presuntos ladrones durmiendo en una de las habitaciones. Estaban acostados en dos camas gemelas y, según el comunicado policial, “aparentemente incapacitados por el supuesto consumo de abundante bebida alcohólica, algún tipo de sustancia estupefaciente, o realmente simulando dicho aspecto”. Posteriores investigaciones han permitido esclarecer un tercer robo en una vivienda de la misma localidad.
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