Alrededor del 90% de las emisiones de carbono a la atmósfera provienen de la combustión de fuentes fósiles, según un análisis de BBVA Research basado en datos del Global Carbon Budget 2023. El 10% restante es causado por el cambio en el uso del carbono. , por ejemplo por la ampliación de la frontera agraria y agrícola o por la deforestación. La relación empírica positiva entre la intensidad de las emisiones de combustión y el PIB per cápita y el mayor peso relativo de las actividades del sector primario en las economías menos desarrolladas hace que en los últimos años haya aumentado la importancia relativa de las emisiones para el cambio del uso de combustibles, con porcentajes que, en algunas economías latinoamericanas, apuntan a superar el 50% del total.
Los bosques proporcionan servicios ecológicos esenciales para la vida (captura de carbono, regulación de los ciclos del agua, apoyo a la biodiversidad y el bienestar, o simple recreación), pero que no forman parte del entorno económico, no son controlables ni generan transacciones. monetario. La internalización hace que el retorno económico de la deforestación sea comparable al de beneficios alternativos que no es necesario obtener, ampliando así los incentivos para la conservación. La diferencia que consiste en equilibrar, más en una sociedad con menos opciones de desarrollo, es contribuir al crecimiento vegetal y pastoril o mantener la rentabilidad.
Ningún resultado es eficaz para internalizar, ni las externalidades negativas de las emisiones de gases invernales, que no avanzan lo suficiente para alcanzar el objetivo de temperatura del Acuerdo de París, ni las positivas para la captura de carbono o la protección de la biodiversidad, donde el deseo es mucho menor.
Mientras que los créditos de carbono por captura en los bosques no contribuyen al equilibrio global de la externalidad, con oferta y demanda en diferentes ámbitos de un mundo más multilateral y que no buscan los instrumentos para facilitar el comercio internacional. emisiones. Tampoco contribuye a la necesidad de fuertes inversiones institucionales en países que ofrecen crédito, generalmente con un menor grado de desarrollo en aspectos relacionados con el régimen de propiedad y explotación de la tierra, consolidación de contratos, protección a la inversión, o a las mismas cosas. estándares de calidad de los créditos de carbono. Además, se trata de incentivar la demanda, que si las empresas están interesadas en compensar parte de las emisiones generadas, no es probable que tenga un impacto negativo en la reducción de sus emisiones absolutas. Se trata de redistribuir las aportaciones obtenidas según criterios de viabilidad social y ambiental.
Una respuesta difícil, pero si el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años, el siguiente mejor momento es ahora.
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