El partido de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decidido suspender definitivamente el bloqueo de Telegram. Esta semana, el magistrado solicitó información a la Comisaría General de Información para explicar las características exactas de Telegram “así como la incidencia que podría tener una suspensión temporal de los usuarios”.
Una hora más tarde, a mediados de este mes, el joven Pedraz publicó un nuevo mensaje automático en el que anunciaba que suspendía definitivamente su decisión inicial de bloquear Telegram. Hubo una medida excesiva y desproporcionada, admitió el magistrado. Tras la publicación de la más reciente suspensión, Pedraz admite que «no puede ignorar» las consecuencias de su decisión inicial: «La posible afectación de varios usuarios ante una posible suspensión y con ello si el resultado es medio o no proporcional».
Automáticamente admite que, a pesar de multitud de actividades delictivas, Telegram también ha atraído a muchos usuarios que «aportan un ‘beneficio’ a otras plataformas. Y todo ello bajo una ‘amparada de privacidad'». También tiene un impacto económico en las organizaciones que utilizan Telegram. en sus actividades sociales: “La medida de protección contra Telegram tiene un impacto económico considerable para los comercios o empresas que desarrollen gran parte de su actividad comunitaria a través de esta plataforma de comunicación, la puedo considerar un canal confiable y garantizar cualquier intervención no deseada”.
El partido de la Audiencia Nacional parece haber tenido en cuenta la mayoría de las reacciones publicadas y comentadas en rojo y en plena noche. Asimismo, su camino será fácil de ordenar: “No se puede identificar el promedio porque los usuarios pueden usar una VPN roja o un proxy para poder acceder a Telegram”.
Tras anunciar la suspensión del bloqueo, Pedraz ya ha llevado la solución al conflicto a la legislación europea, que en su nueva ley de servicios digitales ya ha visto a grandes proveedores de servicios, como Telegram, asumir sus responsabilidades a la hora de moderar los contenidos que permítanos compartir con nuestros usuarios.
El anuncio de la suspensión esta noche provocó un repaso inaudible entre la mayoría de los millones de usuarios que tienen Telegram en España. La dificultad técnica para los operadores para bloquear una aplicación de esta magnitud fue extraordinaria. Otros países han chocado en sus intenciones de limitar una plataforma como Telegram, con muchos contenidos vinculados a actividades de disidencia en países antidemocráticos o directamente ilegales o ilegales.
La medida inicial para bloquear Telegram fue remitida a una petición de Mediaset, Atresmedia y Movistar Plus. Grupos de comunicación fueron denunciados durante la aplicación porque en algunos de sus canales comparten contenidos protegidos por derechos de autor. El juego de Pedraz automáticamente decía que a las tres horas de su recepción, los operadores suspendieron los recursos asociados a Telegram. Este mes, los operadores consultados por EL PAÍS no recibieron notificación.
Telegram es una aplicación de mensajería instantánea, lanzada en 2013 y dirigida por el empresario de origen ruso Pavel Durov. Desde su debut, como alternativa a WhatsApp para la libertad y privacidad de los usuarios, no podrá compartir información con las autoridades, como sí lo hará con la aplicación Meta. Este telegrama se convirtió en un canal de comunicación utilizado por regímenes autoritarios disidentes como Rusia o Irán, que sirvió para organizar protestas. Pero también provocó que Florezcan, protegido del anonimato, tuviera canales de contenidos sensibles: venta de drogas, actividades de extrema derecha, desinformación, difusión de contenidos violentos, pornografía infantil o terrorista. Sin más alegría, el Estado Islámico informó en su canal Telegram de la atención de Moscú a estos mensajes.
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