Allá “Tregua olímpica” decretado por Emmanuel Macron ya pasó. Mientras el Presidente de la República mantiene la incertidumbre sobre el nombramiento de un Primer Ministro, los partidos políticos intentan recuperar el control, ansiosos por mostrarse capaces de constituir una mayoría parlamentaria y, por tanto, de gobernar. El lunes 12 de agosto, Lucie Castets, candidata de Matignon por el Nuevo Frente Popular (NFP), desató una extraña avalancha epistolar. Envió dos cartas a todos los parlamentarios distintos de la extrema derecha, una a los diputados y otra a los senadores, firmadas conjuntamente por los presidentes del grupo NFP (socialistas, comunistas, “rebeldes” y ecologistas).
Reconoce la necesidad de “construir mayorías” y les ofrece una » evolución « del “prácticas parlamentarias” y “Relaciones entre el poder ejecutivo y el poder legislativo”en particular mediante la distribución “responsabilidades” ponentes sobre los textos o “compartir la agenda parlamentaria”.
Para el presidente del grupo PS en el Senado, Patrick Kanner, estas cartas son una forma de “No dejar que el maestro del reloj monopolice el campo, como lo ha hecho desde los Juegos Olímpicos”. Se trata también de ser abierto y flexible, afirmando que el PFN no es “todo el programa, nada más que el programa”tal como lo dictó Jean-Luc Mélenchon el 7 de julio, la tarde de la segunda vuelta de las elecciones legislativas. “No hay ganas”, Lo desmiente Manuel Bompard, coordinador de La Francia Insumisa (LFI), quien recuerda que el objetivo de un gobierno del PFN es “proponer textos legales sobre la base de su programa”.
Recuperar la iniciativa
El enfoque se lanzó sin consulta previa con los parlamentarios de derecha ni con el bando presidencial. “No tuve ningún contacto personal antes de enviar mi carta”reconoce Lucie Castets, que desea demostrar a los presidentes de grupo que fue “totalmente disponible” intercambiar en “cinco prioridades” – poder adquisitivo, servicio público, ecología, educación y fiscalidad. Algunos en el Partido Socialista interpretan esta falta de preparación como un simple deseo de lucirse, sin un deseo real de gobernar.
En lugar de responder directamente al NFP, el primer ministro dimisionario, Gabriel Attal, también presidente del grupo Ensemble pour la République (EPR), prefirió intentar recuperar la iniciativa. El martes 13 de agosto, escribió a sus homólogos del Palacio Borbón – excepto a Mathilde Panot (LFI), Eric Ciotti (derecha) y Marine Le Pen (Rally Nacional, RN) – para ofrecerles una “Pacto de acción para los franceses”. El presidente del Renaissance, Stéphane Séjourné, envió simultáneamente la misma carta a los responsables de los expedientes del partido.
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