Euroliga – semifinal – tiempo de día 1
Brillantemente durante muchos minutos, con otros suficientes. Igual de la fórmula. El resultado es el mismo. El Madrid se fue y está en otra final de la Euroliga, la tercera parte continúa, esta vez después de haber doblado a un Olympiacos que pretendía reaccionar en la segunda parte después de haber encajado una copa en la primera. El grupo defensor blanco se enfrentará este domingo (20.00 horas, Movistar) ante el Panathinaikos que conquistó el año pasado en Kaunas y persiguió su duodécima Copa de Europa, la selección en 10 ediciones entre las victorias de 2015, 2018 y 2023. paso, atar dos Laureles consecutivos, un golpe sin precedentes al baloncesto madridista desde 1968. Otra vez a las puertas de la historia.
Hezonja abrió el lanzador con dos triples para el primer bocado del partido. El riesgo croata es uno de los jugadores del Madrid que firman contrato este año y con el balón en la cara para realizar una importante renovación a final de temporada. Otro acero externo de Musa Dio a los blancos una pequeña renta (11-6). Chus Mateo marcó la salida a través de Ndiaye con Tavares en el bloque interior, la misma pieza que empleó en la Final Four de Kaunas el año pasado, más por necesidad para el bajo. El Olympiacos intenta coronar a Tavares de la cueva. El Madrid iba a correr y siguió ante el infalible Hezonja. Bartzokas tuvo que retirarse a Papanikolaou, el encargado de esposarle. Está claro que Musa debe seguir el informe si su colegio es el más vigilante. En este choque de estilos entre el control del balón y las diferentes posiciones que reivindican los jugadores y el juego ligero y rápido de los madridistas, prima la construcción sobre la destrucción. Todo esto cobra aún más importancia cuando Campazzo está al mando y del cuadro surge un coloso como Tavares, el otro de los que esperan aclarar su futuro. Sin una estrella inspirada por lo sucedido, inferior al golpe, los muchachos cedieron mucho terreno en el primer cuarto (28-10) antes de un campamento muy serio.
Así que ahora Tavares ya está libre de problemas con un toque a Petrusev. Poco después, Chus Mateo disfrutó de un minuto de descenso y ocupó su lugar Poirier, un jugador que temporalmente se estaba creando un nombre propio. La segunda unidad estuvo acompañada del tajo de los titulares. Junto al pivot françaés se alistaron Sergio Rodríguez (ambos volvieron a diversos se con los callejón ups), Talker, Rudy y Yabusele, un nuevo quinté, el jugador para poder competir en una fase final de la Euroliga con una planta formidable. El Olympiacos pretendía reaccionar con cierta timidez, pero la defensa del Madrid era puro terrazo. No fue posible para los jugadores de Colarses y los blancos remontar para marcar a su rival (42-21). No se puede cantar la hinchada del Pireo, pero en la pista de los rojiblancos alzan la voz. También Llull, el héroe de Kaunas, dos minutos para coincidir en la canción con el Chacho y con Rudy, los tres viejitos reunión de nuevos en busca de otra copa. Los datos del rebote fueron derribados: 19-6 para los blancos en la primera parte y sólo una atrapada de los chicos de Bartzokas en todo el segundo cuarto. Los jugadores, compuestos por el acero de McKissic, progresaron al llegar a la bocina del descanso: 56-37.
El Olympiacos llegó al parque antes que el Madrid. Se hizo cargo, de la mano de la obra y el equipo de Chus Mateo, el coste de renacer tras una primera vez muy brillante. Las blancas, aún más blancas, encajan un 0-6 y tardan más de cuatro minutos en intentar una canasta, obra de Hezonja. Un triple de Williams-Goss creó la zona roja en reacción (60-48). En Tavares acumula el trabajo en casa porque el rival pellizca más por dentro. Apoyó el arma con su muñeco, pero Peters contestó las cartas lleno de fe, sobrio para sumar 14 puntos en el tercer cuarto. La diferencia, que era de 25 puntos, se redujo a la década (66-56). El rebote había cambiado de camiseta (entre 5 y 13 años en este período). Era otra fiesta.
Peters, otro triple para abrir el último tranvía. El sucesor de las réplicas exteriores de Yabusele y Williams-Goss en uno u otro grupo. Chus Mateo celebró la recuperación de Hezonja como una gran conquista, pero el Olympiacos no logró anotar desde el perímetro y además bajó el listón a 10 puntos (76-67). Llull fue pillo para sacar tres tiros libres de un lanzamiento muy forzado. Sus lecciones durante tantos años en la élite. Un día se encontraron con los tres y lamentablemente se dirigieron hacia un mundo incantable, que nunca se rindió.
Tocaba controlar el partido y Chus Mateo perseguía a sus espaldas cerebrales, Campazzo y Sergio Rodríguez, para anestesiar al enemigo y alimentar los balones de Tavares (83-72). Un poco de Chacho es mucho. Su asistencia a la espalda a Musa para finalizar el duelo fue de gran calidad. Fue digno del liderazgo del Olympiacos cuando el deporte estaba tenso, como también fue la resistencia del Madrid para superar la batalla y ganar otra final de Euroliga. El campo tiene millones de personas.
REAL MADRID, 87; OLÍMPICO, 76
Real Madrid: Campazzo (3), Musa (20), Hezonja (12), Ndiaye (0), Tavares (9) -equipo inicial-; Yabusele (11), Causeur (4), Abalde (0), Sergio Rodríguez (8), Poirier (11), Rudy (0) y Llull (9).
Olympiacós: Walkup (4), Canaan (7), Papanikolaou (3), Peters (23), Fall (2) -equipo inicial-; Williams-Goss (15), Petrusev (5), McKissic (17), Wright (0), Milutinov (0).
Pariales: 28-10, 28-27, 15-21 y 16-18.
Árbitros: Radovic, Javor y Mogulkoc. Eliminaron por faltas en Tavares.
Uber-Arène. Unos 17.000 espectadores.
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