El mercado de la belleza nunca deja de sorprender. Tras el “boom del Zoom”, la tendencia que surgió con el auge del teletrabajo durante la crisis del Covid-19, y que llevó a muchas personas, asustadas al descubrir en sus pantallas durante las reuniones por videoconferencia sus minas de papel maché y sus arrugas, a apresurarse. a las inyecciones de Botox y ácido hialurónico, ahora da paso al efecto GLP-1.
No es que el mercado de la medicina estética necesite un nuevo impulso. Con una facturación de 16.300 millones de dólares en 2023 (15.000 millones de euros), frente a los 10.900 millones de dólares de cuatro años antes, el negocio está prosperando, a pesar de una ligera disminución del crecimiento, consecuencia esperada de la desaceleración económica mundial. “El mercado creció un 2,9%, mientras que hasta ahora estábamos en una tendencia del 7% al 8%, pero deberíamos volver a encontrar esta dinámica en los próximos años. »detalla Laurent Brones, director de desarrollo de la empresa Symatese y miembro del International Master Course on Aging Science (Imcas), uno de los principales encuentros mundiales para profesionales de la cirugía y la medicina estética, donde presentó, a principios de febrero, el los resultados del sector.
Estados Unidos, motor del mercado
Con casi el 48% de las ventas, Estados Unidos sigue siendo el motor de este mercado (Europa sólo ocupa la tercera posición, codo a codo con Asia-Pacífico) y, como era de esperar, el crisol de nuevas tendencias en el sector. El último, cuya ola apenas comienza, promete ser más que lucrativo… e inesperado.
De hecho, se debe al aumento de las recetas de nuevos medicamentos contra la obesidad, comercializados por el laboratorio danés Novo Nordisk y su rival estadounidense Lilly. Estos tratamientos inyectables, cuyos principios activos son análogos del GLP-1, una hormona natural liberada por el intestino después de una comida, y que ayuda a regular el apetito y el aporte calórico, han cosechado un increíble éxito desde su autorización gracias al prometido espectacular y rápido adelgazamiento. pérdida. Hasta el punto de que sus fabricantes, desbordados por la demanda, llevan meses luchando por abastecer a los pacientes que los demandan, a pesar de que las fábricas funcionan a pleno rendimiento. Los investigadores advierten sobre los efectos secundarios actualmente desconocidos de estos medicamentos y sus riesgos para la salud.
Este frenesí en torno a Wegovy y Zepbound, los dos únicos fármacos de esta nueva generación de análogos del GLP-1 aprobados actualmente para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso, ha dado lugar a una extraña tendencia en las clínicas de medicina y cirugía estética al otro lado del Atlántico: la Cada vez son más los pacientes sometidos a tratamientos con GLP-1 que han conseguido rellenar nalgas flácidas o mejillas demasiado hundidas.
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