En varias regiones de Colombia, periodistas como Álvaro Pérez, Marlon Moyano y Sergio Buelvas han enfrentado amenazas, intimidaciones y atentados contra sus vidas por su labor periodística. Estos incidentes reflejan la peligrosa realidad que enfrentan los comunicadores en el país, que Reporteros Sin Fronteras ha calificado como una de las prácticas periodísticas más riesgosas de América Latina.
Álvaro Pérez, amenazado desde 1985, regresó a Arauca en 2007 bajo protección debido a la presencia del ELN en la zona. A Moyano, por su parte, se le ha ordenado eliminar publicaciones sobre el grupo de su portal de noticias, mientras que Buelvas ha sido amenazado por su labor crítica.
La intimidación verbal y el uso de nuevas tecnologías son los métodos más extendidos para intimidar a los periodistas y suprimir panfletos. A pesar de los riesgos, estos comunicadores continúan su trabajo, conscientes de los desafíos pero firmemente comprometidos con la verdad.
La Defensoría del Pueblo de Colombia revela que el 55% de las amenazas no son denunciadas por la falta de mecanismos de protección adecuados, especialmente en zonas de conflicto donde los periodistas enfrentan mayores riesgos. Julio Solano destaca la conexión entre las amenazas a periodistas y otros defensores de derechos humanos, destacando la importancia de proteger la libertad de expresión en el país.